Reyna Sigue el Sendero de Vela

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Ángel Reyna, primer transferible de América

Deportes – Grupo Diario de Morelia

En el torneo definitivo para ir a Brasil 2014, Ángel Reyna camina el mismo sendero de Carlos Vela.
Como el delantero de la Real Sociedad que se ha negado al Tricolor varias veces en los últimos años, el volante del Veracruz se ve en un nuevo conflicto que podría dejarlo fuera de la Copa del Mundo.
Aficionado a la lucha libre, de religión cristiana y amante del regate y la viveza en el futbol, el volante es también un jugador que desdeña lo colectivo, según afirma su ex entrenador en el Monterrey, Víctor Manuel Vucetich.
“Tiene mucho talento para el futbol, pero tiene una forma distinta de pensar, sobre todo en la cuestión del trabajo grupal”, aseguró el estratega a Medio Tiempo en entrevista vía telefónica.
A pesar de la valía que demostró con los Tiburones el semestre anterior, Reyna sólo ha jugado media hora del Clausura 2014, ya que en la primera jornada él mismo pidió estar en la banca luego de protagonizar una gresca con Cristian Llama que llegó a los golpes durante un entrenamiento, y luego porque el entrenador Juan Antonio Luna lo dejó en el palco, pues aclaró que “a fuerza, ni los zapatos…” Ahora es una incógnita si volverá al once inicial, irá al menos a la banca o se quedará en el palco el próximo sábado ante las Chivas, club al que varias veces se ha dicho que podría llegar.
“Somos un plantel de 23 jugadores, hoy no le tocó estar, el próximo tal vez”, dijo Luna el sábado pasado, después del partido ante Atlante.
“De repente tiene esos momentos que lo hacen cambiar”, agregó Vucetich. “Y esas tomas de decisiones que él realiza no embonan con el trabajo de grupo y es donde uno le da prioridad al trabajo grupal”.
Reyna creció en Indios Verdes y en sus calles aprendió a jugar futbol, junto a su padre y sus dos hermanos, ambos mayores a él, quienes también se formaron en la cantera del América pero no alcanzaron los niveles de Ángel.
El atacante del Veracruz busca sentirse en la cancha como en la calle y cuando un Director Técnico le impide sentirse a gusto, prefiere pedirle la banca, según ha reconocido.
Pese a su origen azulcrema, debutó en el San Luis durante el Apertura 2005 y, tras un año intercalado en el Necaxa, llegó al América a principios del 2009.
Ahí ganó el título de goleo del Clausura 2011, el cual festejó con una “Goya” llena de sarcasmo en Ciudad Unviersitaria.
Pero su carrera parecía demasiado armónica como para ser cierta. Al torneo siguiente fue separado al señalar la “defensa de plástico y el capitán de agua” que tenía el América, tras perder un Clásico contra Chivas.
Aunque encontró cabida en el Monterrey, ahí también tuvo conflictos con Vucetich.
“Me ha tocado con él en dos situaciones, en la primera a lo mejor hubo un poquito de diferencia de ideas y en la segunda participación con la Selección él estaba muy bien”, recordó el ‘Vuce’.
‘SI DIOS QUIERE LLEVARME AL MUNDIAL…’ Amigo de Reyna desde las Fuerzas Básicas del América, Israel Martínez asegura que el volante es un buen tipo, gustoso de la lectura, bien portado y bueno para bailar.
Sin embargo, reconoce que los varios episodios conflictivos que ha protagonizado le pueden significar un obstáculo para encontrar la total plenitud como futbolista.
“Es como a todos, que nos hablan o nos dicen cosas que no nos gustan y uno responde. Ese es yo diría que su defecto, que es como ‘rebeldón’”, señaló. “Él parece ser el fuerte, el que está enojado, el peleonero como le apodaron, y no es así”.
De unos años a la fecha, Reyna pareció dejarle a Dios absolutamente todo su destino.
Su cuenta de Twitter la adorna con el “Ictys” cristiano, el símbolo que asemeja el perfil de un pez y que significa “Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador”, además de que muchas de sus publicaciones hacen referencia a su religión.
“Gracias a Dios por la justicia divina!! Se quedó fuera la envidia! (…)”, señaló sobre el triunfo de Cristiano Ronaldo y su Balón de Oro.
Cuestionado hace unos días sobre el riesgo que corría de perderse el Mundial al no jugar, el volante aclaró que él simplemente buscaba divertirse.
“Si Dios quiere llevarme al Mundial, me va a llevar”, respondió.