Supo el Papa y Regresó lo de Argentina ¿Regresará lo de los Otros Diez y más?

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Argentina-Bandera

Miguel Sánchez Vargas. Después de que aquí en nuestro país se sabía que al cardenal Posadas Ocampo le entregaban bonches de dinero los narcos y por ende algunas organizaciones criminales, porque desde luego que no se sabía a ciencia cierta de su procedencia y nunca se regresó, tal como lo acaba de ordenar se haga lo de Argentina que cooperó con mil 200 millones dólares, de parte de la que era Presidenta de la República sureña, que lo hizo seguramente como tantos que más adelante vamos a dar la lista de los diez más importantes y porque los más sobresalientes dirigentes de países que son católicos y dando tanta lana, claro que quieren comprar indulgencia para salvar sus almas, así se entiende.
El honesto Francisco del Vaticano, amigo personal de Cristina Fernández de Kirchner, discretó hasta lo posible, parece, porque ya su decisión de devolver, es por los líos en que se encuentra la ex Presidenta, esposa de su reciente esposo que también tuvo en sus manos como su igual al país gaucho. La pregunta es ahora: ¿también regresará las aportaciones que esa institución de Iglesia recibe de diez importantes territorios del mundo y otros en menores cantidades de dinero?
Los diez países más importantes que aportan, son Estados Unidos, Italia, Francia, España, Irlanda, Canadá, Corea, México, Australia, entre otros y considerando que todos van por la salvación de su alma aunque roben porque ni modo que sea de su patrimonio personal y todos los demás que también se ponen guapos, como para decir ¿qué cantidad será, agregando los grandes negocios de sus Bancos internacionales donde todos quieren tener sus ahorros, legales o no, desde luego por imaginarse que están además de seguros, sagrados.
Si se suma lo que le concentran todas las Iglesias Católicas del mundo, pero pensando también en lo que se gasta por esparcir el Santo Evangelio, que la humanidad benevolencia su avión que es como la Cruz Roja: ayúdame para ayudar, de tal manera que todo queda como placer espiritual que nos adviene y nos tranquiliza.

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