CoMadreando

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Preferible la Informalidad, que Delincuencia por Falta de Trabajo

Ahora que aparece la intentona de que Wilfrido está entendiendo como al recamarero cubano de hotel que le explicaba el turista lo seguro que ya es obtener otros cincuenta años de concesión para la base de Guantánamo, enfadado por repetírselo el visitante le dijo: pero ¿me estás entendiendo? que el cubano le contestó, también molesto, sí home, lavase, peinase y esa cosa de la vida diaria… Así está comadre la jornada que empieza mañana el Ayuntamiento contra el comercio informal que va en aumento, no porque sea negocio, sino una única forma de la pobre vida que se padece por falta de empleo o de trabajo: bien se sabe.

Si esa gente que pide aunque sea de esa forma ganarse la vida, es porque no hay de otra comadre y de que como dicen los limpia parabrisas, o qué, ¿quiere que yo me vaya de ratero? El empleado encargado de esta jornada promete dar algunos resultados, que servirán de nada, como cuando se habla de que se va a moralizar Morelia, al controlar a las sexoservidoras diurnas y más nocturnas, que resulta estar en interminable cosecha de mujeres.

Claro que el papel del C. Presidente Municipal es correcto “hacerse”, porque sabe que tanto las autodefensas que le están empezando a surgir, como las ya comunes cerradas de accesos principales a colonias, son porque si en los medios rurales que se pueden comer hiervas y animales del campo, en grandes ciudades como es Morelia, no se tiene ni siquiera la cultura de producir en macetas los chiles, los jitomates y en espacios no grises hasta milpa con calabazas y otras cosas en dos cosechas por año, con eso de que el agua apenas y para estos cultivos es potable.

Entonces comadre, po’s mejor vamos a regresarnos a nuestros ranchos… Pues no estaría mal, porque no solamente en Morelia, sino por doquier, esto no se compondrá hasta que no se limite el patrimonio familiar de que por doscientos mil pesos de capital, un empleo o una chamba de lo que sea, pero que ese capital, sea social en salvación de nuestra condición de temor y desastre que estamos viviendo.

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