MSV.- Filosóficamente es recomendable que uno se cambie a vivir, de pueblo, ciudad o país, ¿por qué? porque ya verá que en la hipocresía de las creencias y moralidades que a modo inventan las sociedades, es conveniente.
Cualquier persona que pasa de la pubertad, ya es conocida cuando menos por su círculo donde se ha desarrollado y se ha dado a conocer, por buena, mala, inteligente, maldita, traviesa, droguera de letra o pagaré; de inhalad o fumad y al través del tiempo, su extendida fama le crea una buen y aceptada admisión social o rechazo popular, que nadie quiere con ella o con él.
Cambiar a distante domicilio, es algo asombroso el cómo, un vecino le saluda o le pregunta que si se está cambiando, que si trajo estufa, que si también comedor, coche o camioneta, qué negocio o si va a buscar trabajo, que por la sorpresa y novedad, el vecino termina por ofrecer, si algo necesita, que a lo mejor él lo tiene y con gusto se lo puede prestar.
Lo anterior no es por cultura, sino que como a él o ella ya los conocen de lo que es capaz, que nadie le cree y menos le ofrecen, precisamente porque saben cómo es y el que quiere servir al que va llegando y va a ser su vecino; como no sabe nada de nada, que haciéndole un servicio o llámele favor, se lo va a agradecer y va a creer en él religiosamente porque se le aparece como el ángel de sus necesidades y como ciudadano, como un correligionario de su destino.
Le van a preguntar que si ya viene contratado o va a buscar chamba y hasta le van a decir dónde puede encontrar o que lo conducen para que no pierda el tiempo. Le invitan el taco, el refresco y así la amista nace con un signo de qué buena voluntad me he encontrado en esta población.
Lo que se escribe hoy, después de sesenta y cinco años de hacerlo diario y dos veces por día desde que por la tarde se le agrega al Diario de Morelia, La Extra, único periódico de la tarde en Michoacán que ha resistido a 52 años de tiempos malos, ya que a decir verdad, gobierno que no subsidia a periódico, medio de difusión pronto muere. Pero haciendo a un lado el boato, si jugamos a las escondidas de negaciones que hacemos sabiendo que son aceptaciones, planteamos que nuestro gobierno federal es un peor de todo lo que termina en peste, porque mire usted, les mentamos la madre a los norteamericanos porque hasta nos matan a nuestros emigrantes y en cambio en México hasta de gratuidad se los transportamos y en el camino, los cuidamos, los medicamos y hasta les damos de comer, además de dejarlos pasar a nuestro país como si fuera su casa.
Qué pues, también filosóficamente triangulan los centroamericanos los avatares que nosotros creamos para que nuestros descarapelados valores cuando se pinten del simple blanco de cal, se sientan otros que su pasado ha quedado atrás.
