Ante el anuncio de la Ley Seca durante la visita del papa Francisco a la capital michoacana, el presidente municipal, Alfonso Martínez Alcázar invitó a los comerciantes y restauranteros a ofertar comida y dejar de lado las bebidas alcohólicas.
En entrevista colectiva, el edil moreliano recalcó que esta medida se tomó debido a la importancia de la visita del Pontífice, por lo que ningún establecimiento podrá vender bebidas con alcohol, pese a saber que se estima una pérdida de al menos 20 millones de pesos con esta decisión.
Sin embargo, destacó que con la gran afluencia de gente que se espera arribe a Morelia, hay una ganancia estimada de 500 millones de pesos, con lo que se compensa el dinero perdido por prohibir la venta de estas bebidas.
