* Homenaje del pueblo michoacano a quien fuera el Primer Obispo de Michoacán, defensor de los indígenas y fundador del Colegio de San Nicolás.
Como homenaje al legado de quien fuera el Primer Obispo de Michoacán, defensor de los indígenas y fundador del Colegio de San Nicolás, el gobernador Salvador Jara Guerrero, develó el nombre con letras doradas de Don Vasco de Quiroga en el frontispicio de honor del recinto del Palacio Legislativo, en Sesión Solemne en la que el mandatario estuvo acompañado por el presidente de la Mesa Directiva del Congreso, Alfonso Martínez Alcázar; el magistrado presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Juan Antonio Magaña de la Mora, lo mismo que el pleno de la LXXII Legislatura local.
Con letras iguales a las de los próceres cuyos nombres ahí se encuentran, Vasco de Quiroga forma ahora parte de la lista de hombres que han sido honrados por el Congreso local, gracias a sus acciones en favor del pueblo michoacano.
La diputada Bertha Ligia López Aceves, como oradora oficial, rememoró el legado humanitario, cultural y educativo que Tata Vasco dejó en Michoacán; la creación de los primeros hospitales, la protección a los indígenas, así como la serie de actividades específicas que se mantienen hasta nuestros días y que le dan a nuestra entidad un sello único: el trabajo del cobre, herrería, alfarería, tejidos, entre otros.
López Aceves señaló que se necesita de ciudadanos valientes para hacer posible desde cualquier trinchera un Michoacán fuerte, sólido, con rumbo y de oportunidades para todos; por lo que hizo un llamado a sus compañeros legisladores para trabajar en favor de los demás, tomando como ejemplo al también noble fundador de la ahora Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Vasco de Quiroga, originario de Madrigal de las Altas Torres, provincia de Ávila en el reino de Castilla la Vieja, España; nacido en 1470 de acuerdo a la versión más aceptada. En 1530 fue nombrado por la corona española Oidor de la Segunda Audiencia, llegando a la Ciudad de México en enero de 1531.
Posteriormente fue enviado a Michoacán como inspector y pacificador del pueblo purépecha por abusos que se cometían en su contra; pero es hasta 1538 que recibe el nombramiento de Obispo de Michoacán en Tzintzuntzan, capital del Imperio Tarasco, y que después fue trasladada a Pátzcuaro.
Su preocupación fundamental se centró en que las personas tuvieran los medios necesarios para su desenvolvimiento como seres humanos y se preocupó siempre por todos los aspectos de la vida humana entre los purépecha; lo que le valió ser adoptado por los indígenas como Tata Vasco.
El nombre de Vasco de Quiroga fue ubicado en el muro donde se encuentran los de los héroes José María Morelos, José Sixto Verduzco, José María Liceaga, José María Cos, Ignacio López Rayón, José Sotero Castañeda, Andrés Quintana Roo, Josefa Ortiz de Domínguez, Mariano Michelena y Juan José de Lejarza.