Estanislao Beltrán, vocero del Consejo General de Guardias Comunitarias y Autodefensas de Michoacán, explicó, que luego de que ellos mismos, junto con la Policía Federal, capturaran a uno de los principales sicarios de un grupo criminal que opera en Michoacán, se pudo conocer la existencia de una narcofosa ubicada en el municipio de Tingüindín, en la que se hablaba de 23 cuerpos incinerados y enterrados, entre ellos, el de cuatro jovencitas menores de edad.
“Justamente la persona detenida, encargada y responsable de matarlos, quemarlos y enterrarlos, manifestó, que en una de las fosas hay cerca de 18 o 19 cuerpos y en la otra cinco víctimas, entre ellas cuatro jovencitas de entre 14 y 15 años de edad”, reveló.
No obstante, dijo, son las autoridades las encargadas de corroborar la existencia de los cuerpos y el número de los mismos.
Detalló, que hasta el momento no se tiene la certeza del número de personas encontradas, ya que según la declaración del propio sicario, en muchos de los casos fueron mutiladas e incineradas y, enterrados solo algunos de sus órganos, lo cual hace por el momento impredecible el conteo de las mismas.
“Pero él asesino, está confesando que hay entre 20 y 23 cuerpos los que fueron quemados y enterrados”, expresó, el también apodado “Papá Pitufo”.