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* Miguel Ponce trabajó por separado en esta práctica con 17 elementos.
Tras la baja de Juan Carlos Medina, cualquier jugador que cae al césped enciende alarmas en el Tricolor.
Con 17 elementos concentrados pero 16 en la práctica porque Miguel Ponce trabajó por separado, el cuadro de Miguel Herrera continuó este mediodía los entrenamientos para buscar titulares, un estilo y no sufrir más bajas.
Cerca del final, Oribe Peralta cayó y requirió el ingreso del médico.
Al final, un balonazo en las zonas blandas le sacó el aire pero continuó en la práctica, tal como sucedió con Andrés Guardado, quien durante la “cascarita” también cayó por un golpe en el antebrazo.
Peralta reconoció que la lesión del “Negro” Medina dejó estelas de preocupación y la sensación de tomar precauciones.
“Hay un poquito de preocupación, pero (el golpe) no fue nada de cuidado y la verdad qué lástima por el “Negrito”, es un excelente jugador y una excelente persona”, mencionó.
“Vamos a tratar de apoyarlo, de hablar con él, de decirle que esté muy bien y que lo vamos a representar de la mejor forma”, aseguró Peralta.
El Tri abrió las puertas del Centro de Alto Rendimiento y como testigos hubo aproximadamente 200 representantes de los medios de comunicación, incluyendo algunos brasileños.
Al inicio de la práctica, los tres porteros trabajaron por separado, mientras el resto hacía ejercicios de fuerza, a excepción de Miguel Ponce, sustituto de Medina quien apenas se reportó anoche y este día corrió por separado.
Tras un interescuadras completado por el Auxiliar Diego Ramírez para formar dos equipos de ocho elementos, los jugadores disputaron una “cascarita” con Javier Hernández y Raúl Jiménez como porteros, durante el cual fueron constantes las muestras de buen ambiente.
”El ánimo está muy bien, todos nos llevamos muy bien y eso es lo más importante. Que un grupo esté unido fuera de la cancha hace que dentro de la cancha demuestre muchas cosas”, agregó Peralta.
