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* Tiene menos victorias que empates y derrotas desde que el estadio abrió sus puertas.
* Ni con cambios de superficie, las cifras han repuntado.
Este miércoles, el Estadio Omnilife cumple cuatro años de haber sido inaugurado. Uno de los estadios con mayor tecnología y modernismo, abrió sus puertas para recibir a la afición más tradicionalista de México. Dicha casa, todavía no termina por pesar para los rivales del equipo más popular en el país.
“Una inversión de más de dos mil millones de pesos que se vuelven una realidad tangible”, retumbaba en el sonido local, en el día de inauguración, presumiendo lo que costó crear una nueva casa que, con el paso de los años, no representa una fortaleza infranqueable para aquellos que la visitan.
Chivas pierde más partidos de los que gana jugando como local (24 ganados, 25 empatados y 26 perdidos) . Dejó de ser un equipo cobijado por la afición y fuerte en cada una de sus líneas. Los números son fríos y hablan por sí solos.
La afición zanjó una amplia distancia con el equipo por diversos motivos –precios altos en su inauguración, alejado de zonas populares de la ciudad y malos resultados-, y eso ha influido para que el Omnilife no sea una garantía de puntos en la bolsa para Chivas.
MUDARON DE PASTO SINTÉTICO A NATURAL
La nueva casa, tuvo en su primer etapa una superficie de pasto sintético, la cual complicó mucho su adaptación a varios jugadores. Según trascendió en su momento, gracias a fuentes cercanas al plantel, Omar Arellano tuvo que cambiar de calzado en 20 ocasiones a lo largo de un torneo para adaptarse a la nueva superficie.
A raíz de la llegada de Johan Cruyff a encabezar el proyecto deportivo, se decidió cambiar la superficie a pasto natural, pero algo ha ocurrido que a pesar de los trabajos, la cancha no queda en buenas condiciones.