En un hecho que jamás podrán olvidar los michoacanos y en especial los morelianos, el 15 de septiembre del 2008 con el primer atentado terrorista a nivel nacional, el tradicional Grito de la Independencia se convirtió en la entidad en un día de luto estatal más que de celebración patriótica.
Mediante un recuento periodístico de Respuesta, se pudo constatar que pese al despliegue policiaco y que las autoridades estatales esperaban una noche blanca y tranquila, se registró uno de los peores hechos de la delincuencia organizada contra la sociedad civil.
Fue el 15 de septiembre del 2008, en el Grito de la Independencia cuando integrantes del hampa organizada lanzaron dos granadas de fragmentación a la población que acudió a los festejos patrios.
Entrevistado tres horas antes del Grito de la Independencia el 15 de Septiembre del 2008, el entonces director Operativo de Tránsito Municipal, Oscar Oropeza Miranda, explicó que con motivo de los festejos se habían desplegado 240 uniformados.
“Pues por las cuestiones del festejo patrio del día de hoy del Grito de la Independencia y del desfile conmemorativo de lo mismo se tomarán algunas previsiones de cerrar algunas vialidades para que los morelianos y el turismo que hoy nos visita pueda disfrutar del centro histórico en la ciudad”, manifestó.
Incluso pidió a propios y extraños que intentarán trasladarse al primer cuadro de la ciudad a pie y evitarán el automotor para no contribuir a la congestión vehicular.
Minutos más tarde, de ese mismo día fue entrevistado el entonces subprocurador de Justicia de Morelia, Ignacio Mendoza Jiménez quién destaco la participación de más de 100 elementos de la Policía Ministerial, además del acercamiento y coordinación que tuvieron con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Transito Estatal y la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE).
“Con el objeto de prevenir cualquier comisión de delito con los demás elementos de las demás corporaciones y los ministerios públicos y delitos en el caso que se dé algún tipo de situación podamos intervenir mucho más rápido y de esta manera podamos actuar con más diligencia”, señaló.
Mendoza Jiménez quién fue entrevistado alrededor de las 20.00 horas del 15 de septiembre del 2008, aseguró que hasta ese momento todo permanecía en completa tranquilidad y vaticinó una noche tranquila.
“Hasta el momento está todo tranquilo esperamos una noche blanca, los Centros de Protección Ciudadana estarán haciendo sus recorridos en todo lo que es la ciudad y con el operativo que hemos implementando esperamos la noche blanca”, refirió.
En punto de las 23.00 horas cuando el entonces mandatario michoacano, Leonel Godoy Rangel salió al balcón de Palacio de Gobierno para realizar el tradicional grito, la capital del estado vivía momentos de alegría con aproximadamente 35 mil espectadores.
En la última campanada, se escuchó la primera explosión en la Plaza Melchor Ocampo, seguido de gritos y gran confusión de parte de la concurrencia, ya que algunas personas consideraron que el estruendo fue parte de los cohetones como parte de los festejos, mientras otras intentaban huir del lugar.
Minutos más tarde, Jorge Romero y Ramón Ramírez comandante de Protección Civil estatal y municipal respectivamente, acudieron al lugar para constatar que existían más de 100 personas heridas y tiradas a un costado de Catedral.
“No tenemos información de nada, no sabemos si fueron varios artefactos explosivos”, manifestó Jorge Romero a los medios de comunicación.
Por su parte, Ramón Ramírez informó que se habían trasladado más de 18 ambulancias al lugar, sin embargo, se percibía que era insuficiente ya que continuaban varias personas en espera de atención médica.
“Tenemos que despejar un poco de rumores hay una situación de crisis necesitamos movernos en un día donde hay muchas personas, que nos apoyen abrir paso para las unidades de emergencia, no tengo la cantidad de lesionados”, informó atropelladamente mientras trabajaba.
Los heridos fueron trasladados al Hospital Civil, de la Mujer, Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Cruz Roja, Hospital Infantil y el Issste, además de que grupos de voluntarios y servicios paramédicos de otras delegaciones aledañas se trasladaron hasta Morelia para ayudar a las víctimas.
Dos días más tarde, el entonces gobernador del estado, Leonel Godoy Rangel, decretó el 15 de septiembre en Michoacán como un día de luto.
“Michoacán no volverá hacer igual después de este atentado, los mexicanos y michoacanos somos más que un hecho cobarde y sabremos levantarnos”, arguyó en un evento público.
Ahí ante servidores públicos de todos los niveles informó que solicitaría a la Septuagésima Primera Legislatura autorizará una pensión vitalicia para los afectados.
“Atentaron contra gente humilde que ya sufre de por si la pobreza y las dificultades diarias por sobrevivir y que solo en los festejos populares encuentran los espacios de esparcimiento al alcance de sus magras posibilidades, fueron familias enteras las que resultaron afectadas, como no iba a ser así el día del Grito eran los días donde acudirían a pasar momento de alegrías escasos en los pobres”, apuntó.
Ofreció una investigación seria y profunda en coordinación con la federación para dar con los responsables.
“Ofrecemos una investigación, seria profunda, exhaustiva, responsable, para dar con los responsables y que sean castigados conforme a la ley, trabajaremos de manera conjunta con las autoridades para dar con los responsables, no escatimaremos esfuerzos”, garantizó.
Agradeció el haber recibido apoyo de la gran mayoría de los gobernadores de la república mexicana y prometió que firmaría convenios de colaboración en materia de seguridad pública con las entidades vecinas para impedir el efecto cucaracha en materia delincuencial.
“Y sellar nuestros límites estatales llamó al pueblo de Michoacán y a los tres órdenes de gobierno a la sociedad que actuemos para unidos no permitir que logren su propósitos que intentaron el pasado 15 en la noche, que no logren amedrentarnos y arrinconarnos y que no nos quiten la alegría de vivir y de trabajar, salgamos adelante, regresemos a trabajar duros y unidos, cada quién en su trinchera redoblando el esfuerzo”, exhortó.
Durante su intervención el 17 de septiembre del 2008, el entonces presidente municipal de Morelia, Fausto Vallejo Figueroa pidió castigos ejemplares contra los responsables.
“Nuestra sociedad está harta de que gentes sin argumentos cuya única forma de expresión es la violencia nos ofenda más allá de cualquier línea, los mexicanos vimos con asombro de lo que son capaces los delincuentes, más allá del castigo que recibirán estos criminales debemos atacar la estructura financiera para que actos como este no se repitan en ninguna parte de la república mexicana”, indicó.
Dijo sentirse indignado por ser un ataque contra la sociedad civil, “porque si las disputas venían siendo entre ellos ahora han atentado contra las familias contra los niños, ancianos que celebraban esta hermosa tierra un aniversario de la Independencia”.
Hizo un llamado a todos los michoacanos para cerrar filas contra la violencia e impunidad además de que aseguró que los michoacanos no permitirían que la situación se repitiera.
El 15 de septiembre del 2008, cambio la vida de cientos de personas y permanecerá en el recuerdo de millones de mexicanos.
Tal es el caso de Belén Zavala Rodríguez quién acudía cada año a celebrar el tradicional Grito de la Independencia.
Acompañada de su familia doña Belén se trasladó llena de emoción al primer cuadro de la ciudad, ya que un año antes por situaciones personales no había podido presenciarlo.
“Yo tan contenta iba a ver el grito, ya cuando vi ya estaba con el pie destrozado, los dolores horribles, recibí muchos golpes, me siento muy adolorida”, manifestó la víctima el 25 de septiembre del 2008.
Ella y tres de sus familiares resultaron severamente lesionados, y lamentó que después de más de 30 años de acudir al centro de Morelia para presenciar esta fiesta patriótica, no podrá volver jamás.
El 15 de Septiembre del 2008, fue el primer ataque terrorista en México, resultaron afectadas más de 130 personas y 8 muertos.
Hasta el momento las autoridades de los diferentes órdenes gubernamentales no han dado una explicación puntual al respecto.
A seis años de los acontecimientos, la ciudad de la cantera rosa continúa lastimada, las calles aledañas a Palacio de Gobierno se encontraban repletas de morelianos, pero las aledañas a diferencia del 2008 prácticamente estaban semivacías y percibía incluso ausentismo de los ambulantes.