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* Ni Aguilas ni tapatíos han ganado más de cuatro Clásicos seguidos en torneos cortos.
Pocas oportunidades como la de este sábado para que el América confirme a Chivas no sólo como su máximo rival sino también haga de ellos su “cliente” favorito.
Las Águilas disfrutan de una casi histórica tendencia en los Clásicos: tan sólo en las últimas 3 ediciones acumulan un global de 8-0.
Sobra decir que en las mismas ganaron, con lo cual están a una victoria de igualar su mejor racha contra el Rebaño en torneos cortos.
La única vez que el cuadro azulcrema ha hilvanado cuatro triunfos sobre el acérrimo enemigo fue en un dulce 2007, cuando ganaron en la Fase Regular de cada uno de los torneos de ese año, como también lo hicieron en las Semifinales de aquel Clausura, tanto en la Ida como en la Vuelta.
Sin paternidades imponentes desde que el formato del torneo cambió a dos campañas por año, esa es la máxima jetatura.
Lo más cercano que ha estado Chivas de ello fue entre el Clausura y Apertura 2006, cuando ganó tres partidos, incluyendo una Ida de Semifinales, racha similar a la de los torneos Clausura 2008 a 2009 en que ganó en fila el mismo número de encuentros.
Pero si de mantener el invicto se trata, el Guadalajara presume mejores números, ya que acumuló siete sin perder contra Chivas entre el Apertura 2004 y Apertura 2006, a diferencia del América, cuyo mayor lapso sin caer ante los rojiblancos fue del Verano 97 al Verano 98, así como de los Apertura 2006 al 2007, con cinco juegos, incluyendo los de Liguilla.
Sin diferenciar épocas, el del próximo sábado será el Clásico 217, en los cuales el mejor saldo es americanista, con 78 triunfos, por 71 de Chivas, además de 67 empates.
Los números también son mejores si de torneos cortos se trata, en los cuales se han disputado 48, con 20 victorias de las Águilas, 17 del Rebaño, así como 11 igualadas.
A diferencia de lo que ha conseguido contra otros rivales estelares como Cruz Azul, al que no dejó ganar durante 7 años y 17 partidos consecutivos, el América se ha encontrado en Chivas a un hueso duro de roer para ello.
Sin embargo, si algún día quieren hacer de los triunfos ante el Rebaño una tendencia, el momento será ahora.
