Ahora si comadre, estamos en pleno vórtice del juego de la política. Primero, porque se ve cómo, cuando un ejecutivo se equivoca, pues muy sencillo, vuelve a mandar.
Entonces comadre, aquí se trata de reconocer que el nombramiento de Castillo no era para tanto, sino solamente para la seguridad, porque ya ves, su salida se agudizó por el caso de Apatzingán.
De todos modos ya esto que pasó estaba anunciado: se tenía que terminar con el mando de un extraño para nuestro estado y debe respetársele su autonomía al estado, menos en la seguridad que dice no tener recursos.
Entonces comadre sale a relucir que Vallejo Figueroa pensó al pedir auxilio, que la Federación le iba a dar recursos, pero que no otro viniera a aplicarlos.
Eso comadre, eso. Se nota que no eres nada de pendeja, lo que pasa es que también a ti, que cuando pediste recursos, no te los dieron a ti, por mal administradora que eres o porque tus cuentas estaban muy raras, que mejor fueron para ayudarte, pero indirectamente, sin que tú metieras manos.
Quién sabe comadre, pero el caso es que al llega Castillo, hasta la esencia política de un gobierno, pasa a ideas extrañas de gobernar, por interpósitas posiciones.
Lo que sea comadre, pero este reacomodo que veo, ya va a hacerse para que ayude al nuevo gobierno que viene, porque de plano, se había perdido la viveza, de que cuando ya aparecía el nuevo candidato a la Presidencia de la República, las medidas de gobierno iban encaminadas a que sirvieran a quien querían fuera el nuevo mando. ¿no es así?