En putiza le chingan trabajos de rescate en la Presa…
* El miércoles pasado la embarcación se volteó, al parecer debido al exceso de carga, llevaba 11 pasajeros y dos automotores.
Como les chismeamos ayer este día desde temprana hora se han emprendido de nuevo las labores de rescate en la Presa de Infiernillo para tratar de sacar del agua los cadáveres del pastor cristiano, su esposa y su hija, según comunicaron los servicios de emergencia, el jueves anterior por la tarde- noche se habían suspendido las maniobras realizadas por un grupo de 15 buzos, entre ellos cuatro de la Secretaría de Marina que trabajan en chinga para conseguir sacar los cuerpos de la presa, cuya corriente ha movido los vehículos que se hundieron junto con el ferri, el pedo fue el miércoles anterior que la embarcación se volteó, al parecer debido al exceso de carga, llevaba 11 pasajeros y dos automotores, hubo ocho sobrevivientes después del accidente.
Todos pertenecían a una sola familia vecina del estado de Guerrero y residente de Los Estados Unidos, el pastor que falleció es Joaquín, de 58 años, cuya iglesia está ubicada en Texas, en el vecino país del norte, su esposa y su hija también murieron, ellas son María, de 54 años y Sarahí, de 11 años de edad, pero este día, buzos de la Armada de México localizaron el cuerpo de una de las tres personas que desde el pasado 10 de junio se encontraban a más de 45 metros de profundidad en el embalse de la presa “Adolfo López Mateos”, mejor conocida como Infiernillo, en las inmediaciones de Pinzandarán, municipio de Arteaga, Michoacán, el Pastor de los Testigos de Jehová, Joaquín Peñaloza Basurto, de 58 años, quien junto con otros 10 integrantes de su familia.
Dicen que se transportaban a bordo de un ferri o barcaza, la cual abordaron en Pinzandarán, junto con dos camionetas, con rumbo a la población de Matamoros, municipio de Coahuayutla, en donde según señalaron 8 de los sobrevivientes, iban a dar pláticas de su religión en aquella región, de donde por cierto son originarios, las labores de rescate de los otros dos cuerpos, el de la señora María Peñaloza de 55 años de edad y el de la hija de ambos, Sarahí Peñaloza Martínez, de 11 años de edad, continuaba, esperando que de un momento a otro puedan ser localizados y extraídos del fondo de las aguas del río Balsas con las que se formó esa presa en la década de los 60s del siglo pasado, como se informó en su oportunidad.
