Marcos Leiva, de 28 años, con las manos clavadas a una cruz de madera protesta por el despido de 50 conductores de autobús, incluido él mismo, frente a la oficina de la compañía que los contrataba en Luque, Paraguay, el miércoles 1 de julio de 2015. Los conductores de autobuses fueron despedidos de la línea de autobús, La Limpeña, una de las muchas compañías de autobuses privadas que dan servicio en la ciudad de Asunción.