El sueco Thomas Lindahl, el estadounidense Paul Modrich y el turco-estadounidense Aziz Sancar, fueron distinguidos hoy con el Premio Nobel de Química «por sus estudios de los mecanismos para la reparación del ADN». «Su trabajo ha proporcionado conocimiento fundamental de cómo funciona una célula viva y es, por ejemplo, utilizado para el desarrollo de nuevos tratamientos contra el cáncer», según anunció la Real Academia Sueca de las Ciencias en Estocolmo. «Los daños del ADN pueden tener consecuencias muy graves», explicó el miembro del jurado Claes Gustafsson. «Tomas Lindhal pensó que debía haber un sistema de reparación celular y comenzó a buscarlo. Y de hecho, lo encontró».