La Extra / Diario de Morelia / Deportes / Noticias Morelia / Noticias Michoacan
No haber entrado a la Liguilla va más allá del fracaso deportivo para el Monterrey, ya que por no contar con al menos un partido de postemporada en su nuevo estadio, el club dejará de percibir por lo menos 20 millones de pesos.
Es la cuarta ocasión en los últimos cinco torneos, que la afición de Rayados tendrá que ver la Liguilla por televisión, debido a los constantes fracasos que su equipo ha tenido en su desempeño, a pesar de la llegada de refuerzos y cambio de técnicos.
En el Apertura 2015 la decepción es mayor, ya que el Monterrey estrenaba estadio propio por primera vez en 70 años de historia; el recinto tuvo que superar una serie de complicaciones políticas y ambientalistas para ser construido, con una inversión de 200 millones de dólares que puso a los albiazules en el mapa futbolístico de todo el continente.
Sin embargo, al quedar fuera de la Liguilla por el título, el majestuoso estadio lucirá apagado lo que resta del año y por ende, el club no ganará la cantidad ya mencionada, correspondiente a los ingresos en taquilla, los cuales se habrían obtenido con al menos un partido de postemporada, ya que tendrían asegurados los 51 mil lugares de capacidad del inmueble en Cuartos de Final.
Del aforo total del Estadio BBVA Bancomer, alrededor de 43 mil personas son abonados y los ocho mil restantes son entradas que el club tiene comprometidas en el área de comercialización y de quienes ocupan cada una de las 324 suites.
Por concepto de venta de abonos para la temporada 2015-2016, los albiazules tuvieron un ingreso aproximado de 309.6 millones de pesos, asegurando cada abonado su entrada a los 17 partidos de local en los torneos Apertura 2015 y Clausura 2016.
Lo anterior arroja una ganancia por partido de 18.21 millones de pesos en taquilla, esto sin contabilizar las ventas de bebidas y alimentos, ni tampoco los consumos en el bar y el restaurante Azul, que se encuentran en el interior del estadio, así como tampoco en la tienda oficial que en cada partido luce largas filas.
En promedio el boleto más barato para un juego de Rayados en su nueva casa está en los 217.65 pesos y el más caro ronda los 647 pesos; esto tomando como referencia el valor de los abonos para la temporada 2015-2016, donde el más económico fue el de la zona 11 de 3 mil 700 pesos y el más caro el de la zona 1 con 11 mil pesos.