Se cuenta la voluntad aunque en algunos casos no se agradce pues regalar tazas pal cafe, sobrantes de campaña repletas de dulces añejos no es de buen gusto, sin embargo las oficinas de los coordinadores no alcanza el piso para los regalos de toda indole, y eso que no sabemos cuantos presentes llegaran a su casa..
En los cubiculos de los diputados se pueden ver los regalos, algunos exquisitos, otros rayan en el mal gusto, y claro que hubo diferenciaciones, para los poderosos lo fino, para los otros detalles; pocos mostraron la igualdad de la que alardean en tribuna e hicieron regalos idénticos para todos.
Sigala Paéz regaló a todos una maceta con una nochebuena grandota, incluidos funcionarios y periodistas, pero para algunos poderosos diputados, el gobernador y para él mismo mando hacer, en caoba, águilas reales, como las que se usan en las monedas, en la bandera y en el escudo nacional, la identidad mexicana pues.
Casi grotesco fue el regalo masivo del diputado del Partido Verde Ecologista de México, el priista Ernesto Núñez Aguilar quien mandó imprimir en tasas de 60 pesos su nombre y su rostro, pero en la mesa de Sigala Páez había una pequeña cava de su parte.
La doctora Rosa María de la Torre Torres, los trató como pares y eligió reproducciones de un grabado de Melchor Ocampo; Xochitl Ruiz optó por buñuelos de azúcar y de chocolate; Macarena Chávez por un botanero de cristal con todo y cacahuates y habas y Adriana Hernández por un jamón y una botella de vino.
Tradicionales y austeros se vieron en sus presentes diputados como Raúl Prieto y su pan de Santa Ana Maya; Manuel López Melendez con los aguacatitos, como se conoce al pan de Panindícuaro y Ángel Cedillo con la charanda de Uruapan, una servilleta bordada y una guitarrita.