M. Sánchez Vargas. Al ser los únicos candidatos registrados ante el Consejo Político Electoral, Víctor Silva Tejeda y Rosalía Miranda Arévalo, ya se da por hecho sean los dirigentes para cubrir el período oficial estatutario que es de 4 años: 2016 al 2020.
Después de conocerse el resultado de este proceso para que mi partido deje de estar en mano de interino, se ha preguntado a integrantes de la oposición que somos actualmente y todos coinciden en que es lo mejor, no solamente porque conoce las condiciones del partido, sino porque sus energías políticas siempre las ha empleado en que aumentemos simpatías y hasta lleguemos dentro de lo activo, a gestionar o por acuerdo de asambleas locales, distritales o estatal, llevar al cabo algunas obras que al tener demanda mayoritaria, se expongan y se se convoque que priístas inquietos aporten en tareas físicas la tarea que se acuerde en asambleas específicas.
El líder ya elegido, hará recorridos constantes para explicar, que cuando un partido no tiene sustento gubernamental directo, sus relaciones serán eminentemente de amistad, que cualquier priísta sea una fiesta, con tribuna abierta para que se hagan planteamientos que aunque no se resuelvan de inmediato, se den a conocer para buscar la forma de resolverlos, ya que en nuestras filas que somos mayoría por doquier, hay quien no niega ser partícipe directo de aportaciones y de que al través de los comités jurídicos traten asuntos particulares penales que no falta que entre familias se tengan o que hijos que estudien quieran o prefieran capacitarse en algún centro educativo de su simpatía ya en estudios superiores.
Algo nuevo se va a hacer, en función de la vasta experiencia que Silva Tejeda que en decenas de años de estar sirviendo ha recogido en las diferentes posiciones gubernamentales y que ocupa permanentemente para seguir atendiendo a todo Michoacán que le plantea inquietudes, dificultades y orientaciones.
Será el próximo dos de abril que se llevará al cabo la Asamblea de Consejeros Políticos para ratificar la única fórmula que se registró en el término de convocatoria.