Algo que los políticos nunca piensan o creen es que no tienen enemigos grandes y es que nunca se imaginan que cualquier persona o personas los pueden destruir, se sienten tan poderosos, tan fuertes, con tanto presupuesto que se vuelven soberbios, Dioses. Así le ha pasado a muchos, pero nunca uno aprende encabeza ajena.
Bien dicen también que el dueño del partido es el que manda, el jefe, el dueño y señor, en este caso el mesías, pero lo que no saben es que para mandar, para dirigir , se necesitan súbditos, personas que se dejan mangonear, ya sea por interés o por miedo de no tener futuro, pero esas personas se necesitan para crear el ejército, militantes, estructura y poder, sin ellos, el Dios, dueño, señor no son nada.
Hay un dicho que dice: «En esta vida nadie es indispensable, todo el mundo es reemplazable, el problema es cuando te vuelves imprescindible e indispensable», ese es el grave problema de Andrés Manuel, que el cree, que vino a salvar a México de la mafia del poder, que llegó para enderezar a los burócratas, pero lo que no entiende es que se necesita equipo, gente de confianza, poderosos grupos.
Ricardo Monreal, su primer socio político, que nunca lo abandonó, que peleó sus batallas como el peje dijo, que fue fiel escudero y tapadera de todas las tranzas del tabasqueño, fue relegado. Lo que no sabemos, es, si fue porque AMLO lo considero corrupto, ratero o traidor, ahora que fue delegado y le quiere quitar poder. El caso es que Ricardo Monreal, le sabe mucho, tiene muchos seguidores y le puede causar una ruptura considerable a Morena en la Capital.
Si Monreal llega a negociar con otro partido, Morena, puede perder la ciudad de México y esto le causará la perdida de la silla presidencial a Andrés Manuel. Pero también le puede sacar sus trapitos al sol al peje y crearle una muy mala imagen en campaña que puede ser devastador. Monreal creo Morena con AMLO, por lo tanto sabe de donde cojea, esos daños son irreversibles, pero al parecer el tabasqueño no va a ceder por soberbia, por su manera de ser.
