Ahora que vienen los tiempos de reflexión y nos damos cuenta que a todo mundo nos sorprendieron las votaciones, nos queda solamente que apechugar y aguantar lo que viene, siempre lo he escrito, no me parece que haya ganado AMLO, pero es el Presidente electo y hay que respetarlo y sobre todo no dejar de criticarlo con todo lo que según nosotros está haciendo mal.
Pero este tiempo de reflexión es sobre todo para los partidos que perdieron y uno de ellos es el PRI, al que apabullaron y lo dejaron literalmente en la lona y con un conteo de 9 apunto de «Knock out». El PRI hizo un muy mal trabajo con la separación de sus militantes, imponiendo a candidatos y sobre todo a dirigentes, a Peña le pasó lo mismito que le paso a Calderón, destrozaron a su partido con tal de tenerlo agarrado de una cuerda.
Enrique Ochoa, pésimo dirigente, destrozó las aspiraciones de muchos priístas que al final del camino tomaron la decisión de votar por alguien más, tan es así, que ni siquiera el voto duro se logró. Pero para Michoacán este dirigente creyéndose michoacano creyó que podía con el Estado. Al dejarse influenciar por Chon Orihuela y Víctor Tinoco dejó que estos personajes hicieran lo que según ellos creyeron era mejor para la entidad. Pero, estas personas creen que viven en tiempos de Carlos Salinas y tomaron decisiones muy tontas, por lo llamarlas de otra forma.
Dejar ir a Fausto Vallejo, son 15 mil votos que perdieron, dejar ir a Constantino son otros 9 mil votos, cerrarle el camino a verdaderos militantes, dejar que el estúpido personaje de Alfredo Castillo quiera seguir gobernando nuestro territorio, hizo que simplemente el partido líder en la entidad sea un desastre, sea una piltrafa y sobre todo una fuerza política mínima.
Víctor Silva fue elegido hasta 2019 y todos estuvieron de acuerdo, el, no tuvo injerencia alguna en la decisión de los candidatos y mucho menos en como se operaron los recursos y campañas. El dirigente del CDE tiene suficiente experiencia para ver, sin apasionamientos que venían mal las cosas, así que como dije anteriormente simplemente apechugó.
Pero en este momento no hay mejor dirigente que el, ni persona más leal al partido que el, ni líder que pueda sacar al buey de la barranca, por lo tanto, el debe de dirigir la operación cicatriz y debe unir a reynistas, fautistas, chonistas y tinoquistas, para sacar adelante a su militancia.
