Hace unos días se vio el comienzo de lo que será una larga historia de traiciones y deslealtades hacía el interior del partido más nuevo de México. Como ya sabrán el pasado 22 de febrero le dieron un albazo al que, en ese entonces era el coordinador de la bancada de los diputados de Morena en la LXIV Legislatura, Alfredo Ramírez y lo quitaron, inteligentemente orquestada por una experta loba, como es Cristina Portillo, junto a varios de los diputados que vio indecisos, los agrupo y sacó la mayoría, mediante firmas, para que con un 66% pudiera apoderarse del poder de ese partido en el Congreso.
Este tipo de casos han sucedido durante toda la vida política de este país, pero que le pase a supuestamente un partido que esta totalmente alineado verticalmente, es decir, directo hasta la cabeza y que espera siempre ordenes directas, da algo de que escribir. Esto pasa cuando un partido se forma con miembros expertos de otros partidos donde este tipo de practicas es común, siempre lo escribí, así era el PRD y vea lo que le pasó, así le pasará a Morena, la agilidad política es de los aguzados, no de los lentos.
Pero esto también le pasa a los miembros que no tienen experiencia alguna en prácticas desleales, que luchó que no tuvo que pelear directamente y que creyó que simplemente por ser una gran amigo del peje, este lo iba a defender de por vida y así fue pero nunca se imagino que habría militantes que esperaran instrucciones para actuar. Alfredo Ramírez es un buen político, pero sin experiencia, sin audacia, sin colmillo, muy nuevo, en otras palabras muy verde, en cambio Cristina Portillo, le lleva años de política ruda, de dar madrazas con guante blanco, de preparar golpes de estado, ella no necesita vejigas para nadar como se decía anteriormente y Alfredo se creía protegido solamente por haber sido seleccionado por dedazo.
Nos espera una serie de eventos muy parecidos a los que acabamos de vivir, Morena, no se quedará atrás, habrá, dedazo, habrá traiciones, habrá deslealtades, habrá madrazos y tarde o temprano se les saldrán de los rediles a la dirigencia nacional, son seis años, que veremos como juegan sucio y harán hasta lo imposible por avanzar pisando a quién deban de pisar.