La semana pasada el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, le ratificó la negación de la creación de su partido al expresidentito independiente y a su socio de maldades el “pato lucas”, por cuestiones de que no cumplió con los tiempos establecidos, entonces estos se quedaron bailando.
Lo que me da risa, para empezar es que siempre pregonaron que los partidos eran una basura, una fuente de corrupción, una pocilga de políticos y ahora andan llorando porque no les permiten crear un partido propio para seguir robando y viviendo de los presupuestos públicos de nuestra nación, todo porque no saben hacer otra cosa y encontraron con su paso por el ayuntamiento la manera de vivir fácilmente.
Debo de reconocer que hasta yo, creí que lograría su reelección en la presidencia municipal de Morelia y que nunca imagine que la ola de MALO fuera tan grande y que además nos tomo por sorpresa a todos, por eso cuando se dieron los resultados de las pasadas elecciones y ver que el señorito había perdido fue una completa sorpresa para su servidor, pero para ellos debió de haber sido fatal. Fatal porque ya habían acomodado recursos, personal y habían trazado su futuro político que según ellos los llevaría a la gobernatura del Estado, pero al perder se les acabaron los recursos públicos, se les acabo la entrada de dinero a base la corrupción y esto le pega directamente al proyecto.
Una vez que perdió debió cambiar de estrategia y buscar otra salida, ya que la ayuda mediante sus examigos y exsocios era imposible porque les había quedado mal, traicionándolos en el camino al no ayudarlos durante su administración. Obviamente, había que seguir sacando dinero del pueblo, porque ya no los podía seguir engañando como lo hizo durante 3 años, por eso urgía conseguir otra salida, pero esa salida no se dió debido a su falta de inteligencia y urgencia por seguir robando.
Ahora, sin partido y sin patrocinios, el futuro se le cierra completamente, al parecer su única salida es lograr convencer a un partido pequeño y competir como candidato, ya sea para regresar al Ayuntamiento o buscar la gubernatura, cosa que cada vez se ve más lejana para este pobre personaje.
