Más de 70% de la población adulta de México carece de algún tipo de crédito, al mismo tiempo que 20-25% recurrió a fuentes de crédito informales como préstamos de familiares y conocidos a lo largo de este año, dijo Liliana Silva, autora y representante de la fintech transnacional Cash Cash.
Silva señaló que no menos de 60% de los préstamos se gastan para comprar productos alimenticios y la suma solicitada con más frecuencia no supera 500 pesos. “El segundo uso más común de las solicitudes de préstamo es para adquirir medicamentos o pagar los servicios de la asistencia médica, mientras el otro gasto es para reembolsar los créditos”.
Últimamente, de los préstamos solicitados a bancos públicos y privados y comercio minorista, más del 90% de las soluciones de crédito son rechazados y el índice de morosidad se aumentó en 16% en el período de la pandemia de Covid-19.
En su conjunto, la suma promedia de solicitud de créditos para 2020 y primeros trimestres de 2021 es de 12,000 y el 50% de los créditos se concedió por una suma original que no supera 5,000 pesos. “Son las sumas ofrecidas por la industria fintech, orientadas a las personas no bancarizadas y que constantemente vigilan las tendencias del mercado”, aseguró la representante de Cash Cash Préstamos.
Por consiguiente, “las fintech presentan una solución para personas empleadas a las condiciones laborales no siguen un marco legal, amas de casa, estudiantes, jubilados y personas socialmente vulnerables o cuyo ingreso promedio se encuentra por debajo de la línea de bienestar, o sea, insuficientes para comprar la canasta básica alimentaria y mercancías y servicios esenciales”, declaró Liliana Silva.
A nivel internacional, la experta mencionó que más de 2 mil millones de personas en los países en desarrollo carecen de la accesibilidad a un banco y 200 millones de pequeños empresarios no pueden conseguir el préstamo que necesitan para su desarrollo, una disparidad se estima en 3 mil millones de dólares.
No obstante, “las cuentas digitales pueden costar menos de un 90% que las tradicionales para ser mantenidas por los bancos y otros prestadores, por un monto de solo $10 por año por cliente. Esto resulta en que sea rentable ofrecer cuentas para personas de bajos ingresos.»
Una de las plataformas que ofrece créditos flexibles es la plataforma financiera Crezu – un comparador de préstamos en línea para acceder a préstamos a intereses bajos de forma rápida y fiable.
“La mayoría de nuevos clientes forman personas de bajos ingresos, entre los cuales serían mujeres. Los balances de dichos clientes pueden usarse para ser prestados en préstamos orientados para personas y entidades (pequeñas y medianas empresas) ”, dijo Silva.
La investigadora aseguró que aumentar el acceso a los servicios de financiación podría añadir más de 3 mil millones de dólares al producto interno bruto de los países de economía emergente para 2025, o el 6%, lo que corresponde a 1,5 veces el producto interno bruto actual de toda África. El producto interno bruto adicional podría generar nuevas oportunidades laborales”.