Los juegos de azar están más a la orden del día que en ningún otro momento de su trayectoria. El número de usuarios ha crecido exponencialmente en la última década, aunque ya desde el primer lustro del siglo XXI se evidenciaba un aumento en la presencia de jugadores en los salones de juegos. Sin embargo, la creación de los casinos y las casas de apuestas online ha sido un factor determinante para que este auge haya alcanzado las cotas de participación actuales. Dentro del fenómeno internet, aún más crucial ha resultado la difusión de los smartphones y el desarrollo de las aplicaciones de los casinos y las casas de apuestas online para poder acceder a sus servicios desde ellos.
En efecto, la posibilidad de acceder a los distintos juegos de azar online es más fácil que nunca antes. Pero a esta comodidad debemos añadirle el esfuerzo constante que estas plataformas realizan para atraer a nuevos jugadores, bien a través de la publicidad, bien a través de una herramienta que se ha puesto de moda: los bonos. Con ellos, los casinos y las casas de apuestas ofrecen aparentemente a nuevos y viejos clientes la posibilidad de apostar con dinero “regalado”, por lo que en caso de pérdida, el riesgo es 0. Ahora bien, ¿es realmente así como funcionan los bonos de apuestas? En este artículo hablaremos de la importancia de conocer la letra pequeña de estas ofertas para no llevarnos un fiasco después de nuestro triunfo.
No es oro todo lo que reluce
Así dice este refrán que tan a colación viene del asunto sobre el que tratamos. Como decíamos, los bonos de los casinos y las casas de apuestas online pueden parecer toda una oportunidad de ganar dinero sin invertir un solo euro y, en cierto modo, lo son. Sin embargo, es necesario conocer todas las condiciones que se deben cumplir para que esta oferta que nos invita a jugar pueda cumplirse tal y como creemos. ¿Debemos sentirnos estafados en el caso de que no obtengamos el beneficio esperado? La respuesta es no. Salvo que hayamos accedido a una web no oficial (en cuyo caso debemos salir inmediatamente), los casinos y casas de apuestas legales están controladas y vigiladas por las autoridades, por lo que no pueden “robar”. Simplemente debemos tener en cuenta que cada una de sus acciones se reviste de condiciones que debemos conocer y que, de hecho, podemos consultarlas en el apartado habilitado de la web para tal efecto. Leer la letra pequeña es importante.
Servirse de los bonos de apuestas como las promociones de Caliente, las tiradas gratis en la ruleta, las vueltas sin costes de las tragaperras y otras rebajas similares es interesante, pero no podemos perder de vista que, como se suele decir, el casino siempre gana.
Atención a los términos
En relación con lo anterior, las webs de juego y apuestas online legales están obligadas a informar de los términos de sus apuestas y bonos, por lo que antes de usarlos, deberíamos leerlos y asegurarnos de que nos convienen. Además, son varias las alternativas de bonos a las que podemos acceder y distintas también sus condiciones.
Uno de los bonos más comunes es el de descarga o creación de cuenta, con el que el casino o la casa de apuestas nos proporcionan una cifra de inicio que podremos gastar sin ningún tipo de exigencia en alguna apuesta. Generalmente suelen ser las más rentables, ya que no tienen condiciones de cumplimiento. Su objetivo está dirigido a captar usuarios y aumentar la cifra de descargas de la aplicación, que también reportará dinero a la empresa.
Frente a este formato, también encontramos con frecuencia el bono de bienvenida. En ellos la web suele ofrecernos como regalo un porcentaje sobre la cantidad ingresada en el primer depósito. Aparentemente parece una jugada maestra para los clientes, pero tras el bono se esconden una serie de condiciones que deben cumplirse sin excepción para que tenga aplicación. Por ejemplo, para recibir de vuelta ese porcentaje será necesario hacer un depósito mínimo (que suele ser alto), veces mínimas que se debe apostar lo regalado o un coste mínimo para las cuotas de las apuestas que se realizan. Así, si un casino ofrece un 100 % del primer depósito hasta el límite de 400 €, el jugador no recibirá este dinero en su cuenta de jugador hasta haber depositado esa misma cantidad o haber realizado un mínimo de apuestas hasta alcanzar esa cantidad.
Para los principiantes, los Freebets y los bonos sin depósito suelen ser los ofrecidos por los casinos. Con el primero no es necesario ingresar nada, aunque las condiciones de retirada en caso de ganancias son muy exigentes. En el segundo, también recibimos dinero gratuito para apostar y ni siquiera tenemos condiciones, pero en caso de beneficio, a éste se le restará el importe del dinero bonificado por el casino.
En resumidas cuentas, aprovechar los bonos de apuestas de las webs con juegos de azar es rentable siempre y cuando sepamos en qué condiciones aceptamos ese regalo.
