Así lo atestigua el último avance llevado acabo por un grupo de investigadores de los Países Bajos. Su trabajo con fotografías de personas y la utilización de MRI han llegado a identificar los principales factores genéticos que contribuyen a la apariencia facial. Un trabajo que podría hacer que los investigadores y forenses sean capaces de reconstruir con una mancha de sangre en la escena del crimen a posibles sospechosos. Tal y como cuentan, en el futuro es muy posible que los retrato-robots o los testigos oculares pasen a mejor vida.
La técnica utilizada, a través de la resonancia magnética, ha sido la clave. Los investigadores de la Erasmus University Medical Centre en Rotterdam identificaron nueve claves faciales en el rostro humano, “hitos” que incluían la posición de los pómulos, la distancia entre los ojos, la altura, anchura o la longitud de la nariz.
Luego, mediante el análisis de los genomas de alrededor de 10.000 individuos, se encontraron cinco genes que controlaban el posicionamiento de los nueve puntos de referencia que afectaban a su apariencia facial.
Según el profesor Manfred Kayser, quién dirigió el estudio:
Estos son los primeros resultados interesantes que marcan el comienzo de la comprensión genética de la morfología facial humana. Tal vez algún día será posible dibujar un retrato fantasma de una persona únicamente a partir de su ADN, lo que ofrecerá aplicaciones interesantes, por ejemplo en la medicina forense.
Según Kayser, ya es posible predecir el color de ojos y cabello mediante el análisis de muestras de ADN. Aún así, la reconstrucción total de un retrato es muy complicada:
Nosotros sólo encontramos cinco genes porque tuvimos que limitar el alcance de nuestro estudio de los nueve puntos emblemáticos. Esperamos que haya muchos más. Se trata de una simplificación, pero tuvimos que empezar por alguna parte.
Es un objetivo muy ambicioso, pero en principio, debería ser posible. Sabemos que mientras existan más genes compartidos, más parecidos serán, de la misma forma que los gemelos son parecidos. Sólo depende de lo difícil que es encontrar estos genes.
En el futuro marcaríamos el final de los retratos-robot y mejoraríamos el actual informe de testigos oculares, los cuales son considerados actualmente como poco fiables. Está fórmula sería la más precisa.
Un estudio que trata de encontrar los factores genéticos que determinan los rasgos humanos visibles y que podría derivar en un futuro cercano en una técnica perfecta para la búsqueda de sospechosos.