La revolución de Independencia, es uno de los momentos fundacionales más trascendentes de la historia nacional, que nos unificó en la identidad y en la cultura, que nos define como mexicanos.
Bien se dice que los pueblos que honran a quienes los forjaron son pueblos que perduran, prevalecen y se agrandan en el curso del tiempo.
Es por eso que evocar esta gesta heroica, inevitablemente nos remite a la Conspiración de Valladolid, en la que participaron ilustres personajes.
Este movimiento de ideas liberales y libertarias, fue antesala de la lucha que emprendiera Miguel Hidalgo y Costilla, y que luego secundaran otros ilustres insurgentes, lo que ha valido a esta tierra para ser reconocida como la Cuna Ideológica de la Independencia.
Por haber sido el semillero de memorables celebridades que la antecedieron y la propiciaron, esta tierra siempre se ha caracterizado por ser suelo donde han surgido hombres e ideas que han cambiado el rumbo de México.
Fue el Colegio de San Nicolás su Centro, Donde Hidalgo Fue: Alumno, Tesorero y Rector; Institución Donde Abrevara de las Corrientes de la Ilustración Francesa y la Independencia Norteamericana, Influencias que lo Hicieron Concebir la Independencia de la Nueva España, Para Establecer un Gobierno Libre, Capaz de Administrarse y Dirigirse por sí Mismo.
En este marco que Vicente Lombardo Toledano, afirmó que “La Nación Mexicana es nicolaíta.
La formó el Rector de esta Universidad” Sin embargo, después de recorrer una sinuosa ruta, a 202 años de distancia de la Independencia iniciada por Miguel Hidalgo y Costilla, tiene para nosotros actualidad su legado, pues quienes hoy integramos el pueblo mexicano, somos parte de su obra y sin su protagonismo el curso de los acontecimientos sería otro.
Es así que hoy acudimos con mucho orgullo a honrar la memoria de tan significativo hecho de nuestro pasado, reconociendo y asumiendo los desafíos del presente y mirando con esperanza el futuro.
En este México del siglo XXI estamos viviendo el ocaso de un periodo presidencial que será evaluado por las futuras generaciones, y en pocas semanas iniciaremos un nuevo capítulo que esperamos no esté sustentado en confrontaciones, que se vaya más allá de colores partidistas, se armonicen las convergencias y vayamos a una democracia de resultados.
Este nuevo gobierno lo encabezará un hombre comprometido con Michoacán, Enrique Peña Nieto, Presidente Electo de México, se ha comprometido a combatir la pobreza, ya que es inadmisible que más de la mitad de los mexicanos vivan en esta condición; implementará un nuevo sistema de seguridad social que ampare a todos los mexicanos; garantizará la transparencia para lograr una efectiva rendición de cuentas; y hará de México una potencia económica mundial.
Esto lo celebramos ya que en México y Michoacán hoy necesitamos un Presidente de la República fuerte, pero no autoritario, que tome las decisiones con toda la fortaleza del Estado, para avanzar más rápido en la solución de nuestros rezagos, por eso ha llegado el momento de darnos la oportunidad de ir al encuentro de la unidad y la reconciliación de los mexicanos, y que sea auténtica, franca y solidaria, que nos dé la fortaleza para encarar las adversidades que padecemos.
El diagnóstico de Michoacán arroja que tenemos un Estado que cuenta con importantes riquezas, infraestructura y centros de educación superior para ser competitivo, sin embargo, la realidad es que registramos un desarrollo regional desequilibrado y resulta sorprendente que siendo una Entidad con tantos recursos no hemos podido destacar en el ámbito de la productividad y la competitividad, pues tenemos todo para hacerlo.
Entre los males que nos vienen lacerando como sociedad michoacana, figuran la desintegración y violencia familiar, las adicciones, el desempleo, la violencia e inseguridad, el deterioro ambiental, el crecimiento desordenado de las ciudades, la baja calidad educativa, la insuficiencia en los servicios públicos, la deuda pública, la corrupción y la impunidad.
Como no van a desaparecer por sí solas estas plagas, tenemos que hacerles frente de una vez por todas, pues obstaculizan el avance social y no podemos condenar a las presentes y futuras generaciones a que continúen las cosas en el mismo estado en que nos encontramos.
Es ahora el momento de enfrentarlas con responsabilidad y decisión, pues de otro modo el futuro será una réplica del pasado y lo que el Estado ocupa es generar certidumbre legal, social y económica.
Para nadie es un secreto la situación de crisis financiera en la que hemos recibido el Gobierno, cuyo monto deficitario sigue creciendo y la falta de liquidez comienza a generar insolvencia y colapsar las finanzas.
El análisis financiero sobre la situación de las finanzas y la deuda pública estatal, nos ha llevado a hacer público del déficit presupuestal, que antes permanecía en la opacidad, y de como se ha incrementando progresivamente, principalmente en el rubro de educación, que constituye la mayor vulnerabilidad de las finanzas del gobierno de Michoacán.
Si bien dicho déficit no constituye técnicamente deuda pública, sí impone obligaciones financieras que ya ponen en riesgo el pago de salarios al magisterio y la suficiencia financiera del Estado.
Por lo que el déficit fiscal en lo sucesivo será creciente y en consecuencia habrá necesidad de nuevos endeudamientos cada año, hasta agotar la capacidad crediticia del Estado.
Es importante resaltar que es manifiesta la incertidumbre por la falta de liquidez en los próximos meses y más aún si no contamos con el rescate financiero por parte del gobierno federal, mediante la autorización de recursos adicionales en el Presupuesto de Egresos de la Federación, para ésta y otras entidades con iguales circunstancias.
Por ello hago un llamado a los legisladores federales que nos representan ante el Congreso de la Unión, senadores y diputados de todos los partidos, a que se comprometan con Michoacán y se solidaricen con el rescate de su debacle financiero.
Ahora se haya vuelto más urgente el refinanciamiento de la deuda pública heredada que se encuentra en análisis en el Congreso del Estado; pero también precisa de un ajuste estructural del gasto, entre cuyas medidas prevemos la disminución del salario de los funcionarios; un mayor esfuerzo recaudatorio y mucho más apoyo del Gobierno Federal, ante esta emergencia que estamos viviendo junto con algunos municipios, en los que ya está haciendo crisis.
La difícil situación nos obliga a hacer una reingeniería de la administración, un reajuste de los programas y una reconsideración de la obra pública, para optimizar recursos y no por capricho, porque no podemos contratar plazas que no se necesitan, ni programas ni obras que no podamos financiar.
Es en este sentido, que apelamos a la comprensión de los ciudadanos para emprender juntos este desafío de reajuste financiero del Estado.
Por ello desde esta tribuna, convoca a suscribir un nuevo pacto social para la estabilidad y el crecimiento del Estado.
Un pacto social que incluya a todos los sectores, las organizaciones sociales y los ciudadanos.
Un nuevo pacto para crecer económicamente, porque lo más importante es combatir el desempleo, que es la causa de donde derivan muchos de los problemas que tenemos.
Por nuestra parte, trabajamos para crear un clima que atraiga a los inversionistas nacionales e internacionales, pero también invitamos a que los empresarios locales inviertan en su tierra.
Michoacán requiere visión de Estado que le dé dirección y rumbo, actuar con pragmatismo, sin ataduras ideológicas y con liderazgos competentes que favorezcan siempre el interés de los michoacanos, para lograrlo necesitamos decisiones estratégicas y avanzar todos en una misma dirección, con trabajo coordinado, planificado, con objetivos reales y que sean medibles y evaluables.
Retomar el rumbo en Michoacán implicará un esfuerzo individual y colectivo, por eso, es momento de afrontar corresponsablemente el futuro, enriqueciendo con creatividad y trabajo la sociedad que constituimos, para que sus municipios, sus regiones, sus organizaciones y sus empresas sean prósperas.
En esta administración, buscamos modelar juntos una nueva historia para el Estado, basada en el humanismo, buscando garantizar los derechos humanos y para ello debemos entender que Michoacán, es tarea de todos.
Es por eso que más allá de quedarnos en el pasado, deseamos que esta celebración sirva de ejemplo para entender que el valor que estas luchas sembraron, fue legado para cosecharse en el presente, y que es a nosotros a quienes nos toca sembrar las causas, de un mejor mañana para las futuras generaciones.
Que se entienda que Michoacán es compromiso de todos, donde no sólo todos cabemos, sino donde todos somos necesarios y que nadie hará por nosotros lo que no hagamos por nosotros mismos.
Hace años en actual presidente de la República me comentaba que él hubiera querido ayudar más a Michoacán pero que no se le habían dado las facilidades.