* La muestra de cocinas tradicionales
* Una chuscuta costo hasta diez pesos.
* Un atolito también de a diez.
* Dijeron que porque les cobraron re caro el espacio.
Durante el fin de semana pasado hasta a dos cuadras a la redonda de los jardines del centro de convenciones se olía el rico sabor de la comida michoacana, se acercaba la gente y veía que en los diferentes puestos se expendía lo mejor de la cocina y el olor invitaba a que los visitantes probaran lo mejor que había, pero la gente jodida mejor optaba por salir antes de que la solitaria los traicionara pues, de muestra gastronomita no tenia nada pues ni un vaso de agua era gratis.
Uchepos, tamales, posole, churipo, enchiladas, tostadas atole, agua de sabores, cecina y un resto de cosas mas que hacia que los michoacanos se sintieran orgullosos de su gastronomía solo que ho, cielos los precios estaban por los cielos o cuando menos estaban bien para los gringos y para los ricardos, pero no para la gente jodida que solo entraba, olía y se salía porque no les alcanzaba ni para tomar una agüita de horchata pues un vasito costaba diez varos.
Para mercar algo se utilizo un sistema similar al de una kermés en el que llegaba y compraba boletos hasta por el orden de trescientos varos y todo fue alegría para los organizadores que hicieron su agosto en octubre no así para una familia de tres o cinco miembros que solo llegaban, se relamían los bigotes como los gatitos, pero hasta ahí y mejor se salían ya que si bien es cierto que el olor invitaba a disfrutar de esas delicias, no así los precios que oscilaban entre setenta y ochenta pesos por piocha así que mejor se salían antes de que la solitaria los traicionara.
Ante la grabadora dijeron a este chismoso que mejor se esperaban a que iniciaran las vendimias en la colonia Vasco de Quiroga que ahí no salía tan caro y que era lo mismo.
La dueña de un puesto que para nada se veía con facha de paisana sino más bien de ricarda, comento que cobraban así porque los espacios donde estaban les salían re caros, eso si que ya están preparados para volver a poner esa fondota el año que entra.
