MSV.- Una vez que el dirigente nacional del PRD inicia a cruzar ideas y acciones con el Partido Comunista de Cuba, empieza a imposibilitar el triunfo de López Obrador para la Presidencia en el 2018, porque nunca, óigase y léase bien, los Estados Unidos de Norteamérica permitirían que su traspatio fuera manejado de manera socialista, aunque ya si el 14 de enero los cubanos son libres para entrar y salir de su patria, que no dentro de seis años a lo mejor su democracia es afín a la capitalista, porque la raza tiene hambre de superarse o cuando menos de revolucionarse por su bienestar y su libérrima causa que decidirían en búsqueda de su felicidad.
Que Fidel Castro muere, su hermano Raúl no tiene la intelectualidad para detener o sortear demandas de ariete que se le van a venir y “pueque”, -así, en apócope-, que hasta huya a Venezuela donde ningún pero le pondrían, porque se llevaría el capital de su hermano, que pasa de los setecientos cincuenta millones de dólares, según publicaciones, pues tan sólo en los noventas del siglo pasado, le señalaron tener los 450.
Imagínese a la “gusanera” de Miami lo que va a querer hacer de Cuba. Cuando menos, que su familia salga a conocer mundo y que ellos, como buenos industriales de la producción sin chimeneas, si no los dejan vivir como en los tiempos de Batista que Cuba volviera a ser un burdel de Florida, invertirían en negocios de turismo, cuando sus recursos naturales son para superar tropicalmente a los que tiene Estados Unidos, principalmente de Miami.
Conflictos como los que quisieron hacer en Nicaragua para recuperar fincas de Zomosa y los allegados que a su asesinato huyeron y los que no pudieron que les obligaron a entregar sus bienes para compensar la pobreza en que esa dictadura mantuvo por casi un siglo a ese país, por cierto que cuando fuimos con el Dr. Fortino, aquel guerrillero de café, se comía en restaurantes y mercados, carnes mejores que las de Argentina, por sólo quince pesos, que serían unos setenta y cinco de ahora.
El problema que planteamos es que en Cuba ya nadie reclamaría fincas que la gente de Fidel invadió como premio a su participación revolucionaria, lo contrario de Nicaragua, que gente que volvió, reclamó lo que en su tiempo fue suyo e intentaron demandar su devolución sin éxito alguno.
