MSV.- No cabe duda que la política es un arte y los conducentes unos perfectos artistas. Quién iba a creer que si junta usted las declaraciones publicadas de que esta semana la nueva Ley Laboral está aprobada, iba a conseguir esperar hasta que hubiera nuevo Presidente –al que le toca trabajar con ella-, para que los actores ya no encontrándole motivos de detención, se la pasaran al Presidente para su aprobación y ya ni modo –vaya como vaya-, Calderón no se atrevería a no ordenar su publicación.
Y si Peña Nieto la ultimara, es porque con esta prisa que vivimos, como si no fuera haber mañana, se ve que se está conformando todo.
El potenciado de Manlio Favio, que trabaja con gran desesperación ser el nuevo Secretario de Gobernación, ha movido y hay la lleva, poner en activo a todo su equipo, que desde luego sabiendo quienes y de donde proviene, no dudamos que por lo menos para dos años, sea necesaria su presencia, hasta que a alguien de una nueva generación, se le empiece a dar oportunidad de llegar al poder, para que en los acomodos por prevención se le reste la fuerza.
El mundo no se va a acabar, lo que hemos olvidado es que el senecto ya va a empezar a tener menos oportunidades, pese a que casi estamos en un país de viejos, pero con jóvenes que viven más temprano, porque con los nuevos avances técnicos y científicos, van a aprontar sus inquietudes y los eternos o zorros de la política, van a ser desplazados. Hoy un niño de once años, puede llegar a tener la educción secundaria. Acuérdense que Zedillo hizo su carrera en el Politécnico Nacional, en tan sólo tres años y eso que todavía no había computadoras aquí ni menos Internet.
Las grandes reformas que trastocan la vida de un país, son siempre discutidas y peleadas, si esta que ya casi está terminada y que dicen que esta semana se le manda al Presidente, es mentira. Rotrotraerse a los tiempos del tercero constitucional, de leer todo lo que se hizo para lograrla, comparándola con el proceso de la Laboral, es como un punto de acuerdo que se logra nadamás en función de que se diga que alguien lo advirtió.
Aunque ahora que ya no se necesita la aprobación de dos legislaturas para una reforma constitucional, sino que con una basta para que se obtenga, que así como se pudiera aprobar una parte como lo anuncian y lo anticipan y que ya en diciembre sería trabajar por lo que falta, que desde luego ya sería para corregirse y aumentársele, porque de que cada quien su sexenio, cada quien su sexenio. Gobernar con las ideas de otro, en este caso que el PRI se vaya a atener a que la riqueza del PAN que fue de la pobreza del país, vaya a operar en su gobierno.
Si la alternancia no pudo hacer lo anterior, fue porque la infraestructura del poder por cuatro años enteros, perteneció al partido antecesor, de lo contrario, quizá, no se le alcanza a indisciplinar Felipe de Jesús a Fox, para que nunca Creel llegara al poder.
Asi es de que el que se va a hacer cargo del país, como era la costumbre y como a los que palomeó para que le ayudaran a ejercer el poder, al que aceptaron como cabeza que fue Peña Nieto y que fue el que hizo compromisos para gobernar este territorio, es quien tiene que dar la última palabra y para eso, hay que esperar hasta el uno de diciembre.