ZITÁCUARO, Mich.- En el oriente de Michoacán la creación de grupos de autodefensa comunitaria es una “realidad creciente”, ante la incapacidad de los tres niveles de gobierno por garantizar la seguridad en los pueblos indígenas de la región.
Silvestre Chávez, presidente de las guardias comunales del buen orden en el oriente del estado, califica como “justo” lo que denomina proyecto de defensa de la vida propia y de todos los integrantes de la comunidad y que empieza a tomar fuerza –asegura- entre las poblaciones de origen mazahua y otomí de toda la región.
Narra que las tareas de vigilancia comunal no son difíciles de realizar, toda vez que por medio de la estructura de usos y costumbres interviene en las mismas una cifra considerable de habitantes de dichos núcleos.
“Queremos caminar en este proceso de mano de los tres niveles de gobierno, porque una realidad ineludible es que buscamos administrar la justicia de acuerdo con las leyes vigentes para castigar los delitos”, subraya.
Sin prácticamente tomar aliento, abunda que hasta la fecha nadie desconoce que los pueblos o comunidades indígenas han tenido una participación marginal en la elaboración de las leyes que regulan las actividades de sus integrantes.
En el oriente hay condiciones para que los gobiernos municipal, estatal y federal busquen articular con las comunidades medidas para encarar problemas como el de la inseguridad, el alcoholismo y la depredación del medio ambiente, menciona.
Con el PRI en los gobiernos estatal y federal sólo hay dos alternativas para afrontar esa realidad: “o nos ayudan a organizarnos en este asunto o bien nos reprimen”.
Silvestre Chávez comenta luego que a nivel estatal aún no existe una instancia institucional para aglutinar a los pueblos indígenas y buscar el procesamiento de demandas comunes y particulares.
“Esperamos que a más tardar en marzo el gobernador Fausto Vallejo Figueroa nos convoque para tal efecto. En caso contrario, nosotros lo haremos, porque hay problemas que exigen una atención inmediata”.
Señala después que a nivel de Congreso del Estado no hay prácticamente ningún enlace o negociación para abordar temas como el de la inseguridad y la creación de grupos de autodefensa comunitaria.
“Esperamos que integrantes de la Comisión de Pueblos Indígenas, entre ellos el zitacuarense Juan Carlos Orihuela Tello, sumen fuerzas con las comunidades del oriente de Michoacán y valoren que hemos arriesgado nuestras vidas para resguardar la integridad física propia y de nuestros familiares”.
El dirigente indígena insiste por último que en la solución de los problemas que aquejan a las comunidades del oriente de Michoacán es mejor la intervención de los tres niveles de gobierno, pero que si las autoridades municipales, estatales y federales no aprovechan esta oportunidad para sumar ideas, acciones, “recorreremos el camino solos”.
