Diría El Teclas ¡chingo a mi madre! y la mayor ofensa que le pueden hacer a un mexicano es mentarle su madre “chinga a tu madre” como dijo un connotado periodista colega del que esto escribe: pocas palabras tienen una diversidad semántica tan notable en el habla de los mexicanos, aunque muchos de sus significados son abiertamente contradictorios, ejemplo: “vale madres”, que significa algo que no tiene valor o estima; “a toda madre” es en cambio, un máximo de calidad o bienestar.
“En la madre” es igual a un putazo contundente real o figurado; “Madrecita” es de respeto para una mujer que ya no es madre sino agüela o para una monja que no tiene hijos. “Mamacita”, pos es pa’ todas las mamitas jóvenes en edad de merecer; “madrearse” es como cuando alguien se madrea a otro wey en una riña; “partirle la madre” es exactamente lo mismo, dar una mendiga paliza; “Desmadrar”, que es separar a las crías de su madre pa’ los mexicanos es romper el orden de algo, madrear o echar desmadre.
“Decir puras madres” no quiere decir hablar de algunas madres que son puras de cuerpo y alma sino expresar estupideces que es lo que hacemos en La Extra, en fin, ninguna lengua es capaz de expresar la fuerza, la belleza y la heroicidad de una madre, Madre es el nombre de dios que vive en los labios y el corazón de todos los niños, de todos los derechos de una mujer, el más grande es ser madre; desde este mamotreto el Guardanachas les desea a todas las madres un feliz día, a la mía desde donde esté sabe que la amo como siempre.