MSV.- Diana Gómez, nacida en el Distrito Federal, decidió en el Día Mundial de las Donaciones, firmar para que cuando se muera, su cerebro sirva para que lo estudien, para ver si los científicos encuentran diferencias de sus desarrollos, de acuerdo a su procedencia.
Ella tiene ya 30 años viviendo en los Estados Unidos y a sabiendas que en la institución Copoannese, dirigida por un doctor que toda su vida se ha dedicado a la investigación del por qué el síndrome del alzheimer es más abundante en ciertos países, que a lo mejor en un cerebro fresco de muerte, encuentran algunas causas.
A pesar de que vio cómo cortan en miles de tejitas cada cerebro, dijo que su decisión es porque ha visto y le constaba, que había familias y pueblos donde ese síndrome les empezaba a los humanos a muy temprana edad, así como –agregaron sus acompañantes-, que en los litorales, como las costas, la mujer que pasaba de los setenta años y empezaba a fumar tabaco en puros que ellas mismas confeccionaban con el tabaco que sembraban, al fumarlos los ensalivan y cuando ya se los van a terminar, los empiezan a masticar hasta que consumen toda la fibra que le llaman “chencas”, son personas que por lo regular no se enferman y siempre mueren ya cuando pasan de los noventa años.
La donante es una persona muy conocida por muchos emigrados, primero, porque se viste de prendas indígenas y segundo, porque es muy servicial con los que ya cuando empiezan a regularizar su estado legal, les busca acomodo para que les paguen mejor sus trabajos.
Aquí en Morelia hubo un doctor de nombre José Alvarado Vega, que cuando supo su estado de salud, también firmó un documento para ser entregado a la Universidad Michoacana, de que lo que sirviera de su cuerpo, lo tomaran para ser estudiado, pero que no recogieron porque no se tuvo el recurso para ser traído de donde murió.
Al final del acto en que por su propio derecho se presentó a firmar su decisión Diana Gómez, entregó unas tarjetas que ella acostumbra repartir para hacer conciencia de lo que sirve donar sus órganos vitales y que ahora, la misma institución que estudia cerebros, será quien distribuya en la hispanidad que habita el vecino país, porque contiene un importante mensaje: el futuro de nuestros hijos está en lo que hacen los padres en su vida.
Una Mexicana en Estados Unidos Donó su Cerebro Para que lo Estudien
Una Mexicana en Estados Unidos