Comadre, que como ya acabaron de experimentar en ratones, que un japonés a partir de células madre, creó espermas de hembras y óvulos para masculinos, que inyectaron en ovarios, espermas y óvulos en los testículos y ya cuando maduraron, se extrajeron y se multiplicaron en vitro, para ser inyectados en humanos y no puedan embarazar y ya con el tiempo de reflexión, si quieren tener familia, dejen esas aplicaciones y en forma natural vuelven a la normalidad.
Pues ya era tiempo comadre, no que se estaba pensando en matar millonadas como lo hacen en Siria, que echando en el aire un químico, todo mundo tiene que respirarlo y muere, sin tener que recibir balas, golpes o rayos láser como lo que se ensayó en Panamá en el tiempo de Noriega, el Gral de cuatro estrellas que todavía tiene preso Estados Unidos. O aplicar la ley como en China, de que cada matrimonio solamente puede tener un hijo, por cierto que en Lázaro Cárdenas, donde viven miles de chinos, a los matrimonio los ves solamente con un hijo o hija, de tal forma que dentro de unos 15 años, en lugar de seguir siendo mil trescientos millones de seres, se van a reducir con esa medida a la mitad y si le siguen, pues ya sabrás…
Y es que ya somos muchos que no pueden contener el crecimiento humano, principalmente, porque la Iglesia se opone al control de hijos y consecuentemente al aborto, pese a que la ciencia acepta que es hasta la séptima semana de la concepción, cuando ya se puede comprobar que hay un feto que tiene vida.
Bueno comadre y la vasectomía qué, ¿no funcionó?
No comadre, porque los machos son bien collones y los condones a casi nadie les gustan; bueno, ni a las mujeres, porque dicen que hasta los que se operan de la próstata, que no los quieren porque aunque se los hacen igual, en lugar de echarles espermas, les echan puro aire y nosotras queremos sentirlos…
