El recién construido paseo de madera hecho de madera de New Jersey a unos cuantos kilómetros de Nueva York y que fue destruido por el huracán Sandy se prendió en llamas y varios grupos de bomberos tuvieron que asistir para apagarlo. Todo emepzó en un negocio de Helados y se expandió a varias manzanas al rededor, destruyendo casi todo.