Hartos fiambres fueron hallados en 19 fosas en el municipio de La Barca, entre los límites de los estados de Michoacán y Jalisco, o sea casi en la ruta pero como en el fut el paso pa allá se firma em Jalisco, donde organizaciones delictivas como los Caballeros Templarios, el Cártel de Jalisco Nueva Generación y la Familia Michoacana libran sangrientas disputas por el control de la región.
Las excavaciones comenzaron hace más de una semana tras la detención de 25 policías municipales presuntamente ligados a organizaciones delictivas de la zona, quienes dijeron que ahí se tiraban cuerpos de gente asesinada perteneciente a grupos rivales.
“Parece un campo minado (…) las excavaciones han sido en base a las declaraciones hechas por los policías detenidos. No se descarta que haya más cuerpos”, dijo a Reuters un funcionario de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía federal).
Los cadáveres, donde hasta el momento hay una mujer, estaban mutilados, torturados, amordazados y tenía diversos tatuajes.
El jueves por la noche el jefe del Ejército, Salvador Cienfuegos, anunció el envío de 600 militares más que reforzarán de manera permanente los operativos de seguridad en los límites entre Jalisco y Michoacán.
Las organizaciones delictivas que operan en esa zona se disputan el control de las rutas no solamente para traficar drogas sino también para secuestrar y extorsionar personas y negocios.
