MSV.- Los que ya andan buscando quien sustituya a Andrés Manuel López Obrador, niegan por completo que ni aunque los que dicen que es mejor tomar la lámpara de Diógenes para encontrar al que tenga una popularidad como la que al través del tiempo fue adquiriendo el que se convirtió en el líder de la izquierda nacional, dejando muy atrás al que mediante ese pretexto y algunas ideas de su señor padre, que se le reconoce como un absoluto discreto sobre sus inmensas riquezas de lo mucho que le heredaron y lo más, que ha recopilado de sus servicios públicos, porque como lo indiscretó su pica ojos, Salinas de Gortari, nunca un político la baila sin huarache.
Martí Batres, que supera a Ricardo Monreal y va a extrañar mucho la gente que no quiere que el Peje los deje, sabe que su hijo Obrador Beltrán, que de hecho le están dando el mando, es como un arbolito que ha crecido bajo la sombra de frondoso árbol, como Cuauhtémoc pues, que mientras vivía el Gral. Cárdenas, nunca se unió a ideal alguno, que pudiera empeñarse porque alguna causa se resolviera, sino que siempre se mantuvo como hijo de papi, aunque el que escribe, fue testigo que en la CNC que dirigía el Gral. Rojo Gómez, frente a Natalio Vázquez Pallares, llegó a los golpes con el director técnico de la famosa Michoacana de Occidente que nadie lograba que cancelaran esa concesión cuando estaba acabando sin consideración alguna con nuestros bosques en Michoacán; José Servando Chávez Hernández, que era un jovencito que trabajaba en la CNC como secretario particular del líder, logró que Roberto Gómez que era el director dasonómico de esa compañía española, expusiera cómo trabajaba su compañía, pero lo hizo con demasiadas mentiras que por cierto, discutiendo con Cuauhtémoc, llegaron a los golpes porque lo que exhibía fílmicamente de que los concesionados no cumplían con sus obligaciones de escuelas, clínicas y carreteras, ya que eran viles brechas que por necesidad tuvieron que ampliar, para poder sacar tanta madera para no solamente distribuirla en el país, sino enviarla al extranjero en venta y que se las trataran en Canadá para reenviarla a varias partes del mundo a precios bajos, porque el espacio que se les concesionó para su explotación forestal, estaba como la abundancia de aguacate que hoy hay en Uruapan, Tacámbaro, Peribán y gran parte de Michoacán.
Natalio Vázquez Pallares, que figuraba como asesor del Gral. Rojo, ex gobernador de Hidalgo, estando presente donde el Ing. Mendoza exhibía precisamente parte de lo que ya querían carcomerse por su tierra, al Baraloso, intervino para que esas cachetadas guajoloteras no siguieran y el Gral. Rojo Gómez, que ya estaba siendo nombrado por el Presidente López Mateos como gobernador del Teritorio de Quintana Roo, se fuera en paz y de pilón con una gran sorpresa, que con una petaquita en el aeropuerto, ya le estaba esperando como soldado, para acompañarlo a su nuevo encargo, precisamente el que luego nos gobernara sustituyendo a Don Carlos Gálvez.
El caso es que como el hijo de Obrador, todavía está como árbol que se siembra, hay que esperar por lo menos 20 años para que tenga el carisma que alcanzó su padre, pero por lo pronto, MORENA, tendrá que empezar y mientras se reorganiza, otros buitres de la ambición política, aprovecharán para su beneficio la desgracia de Andrés Manuel López Obrador.
