MSV.- Si el Presidente del país más importante del planeta y el que virtualmente por su poder manda en el mundo dice que la marihuana no es más peligrosa que el cigarro y ya en otros dos estados del territorio que gobierna la venden libremente, aunque con el pretexto de recreación y como él confiesa haberla fumado durante su juventud y nunca le hizo ningún daño, por eso, se da por hecho para que otros países liberen su consumo.
Luego de que conoce las decisiones de Florida y Colorado, hace consideraciones de que eso no va a ser una panacea, que todo quede resuelto, porque hay drogas que aunque dañan y cuestan mucho dinero su uso, no podrán ni siquiera corregirse, porque ya tienen formada una cultura de consumo que no es creíble encontrarle la fórmula para para que sea exterminada. En su declaración hecha ayer, calificó también de injusto penalizar a un joven o quien la consuma moderadamente.
En Uruguay desde que se puso en práctica el control de esa droga por el estado, hasta ahora no ha habido incidencias que hagan dudar de haber sido una mala decisión estatizarla, tanto asi que si los Estados Unidos no fuera tan extenso, el mismo gobierno ya estaría no solamente produciéndola, sino vendiéndola.
El precio que se le puso en Uruguay de un dólar por gramo, tampoco ha sido protestado, pero claro que no faltará que como en México, un locuaz visionario como Fox Quesada, quiera hacer negocio porque su señora tiene las grandes extensiones donde poder sembrarla y no mantenerlas pelonas como el mismo rancho del tamarindo que en la costa michoacana posee ilegalmente la Marta Sahagún.
Al hablar con sus hijas Obama, les dijo que no es malo fumar la marihuana, pero tan poco recomendable y es que seguramente el Presidente consideró que el problema de consumirla, no es por algún daño que cause, sino porque generalmente hasta ahora el fumarla se hace entre amistades, que son las que pueden ser promovidas a otras drogas como la cocaína y la heroína que ya son de uso común entre las clases sociales cuyo desarrollo no tuvieron control sobre ello.
Si México no ha seguido el interés de que se legalice el consumo de la marihuana, ha sido porque nuestras fuerzas políticas han estado muy ocupadas en lo de la reforma energética, más que la fiscal, pero tan pronto se empiece a asentar el cambio una vez que todo muy consensado ha salido, que el mismo Pacto por México podría tomar por su cuenta esta necesidad y de esa manera no solamente aminorar las actividades del narco, sino que el crimen organizado no se cubra en parte por esa infraestructura que tan grande tiene en la producción, venta y consumo de esa tan popular droga calificada hasta hoy, como peligrosa, cuando el fumar simples cigarrillos de tabaco, representa más peligro y le cuesta mucho más a Salubridad, que tratar a un drogadicto que se ha excedido hacia el placer de usar drogas que sí dañan.