Morelia, Mich., a 25 de septiembre de 2012.- Bombas molotov, piedras, palos tubos, patadas, trifulca, un verdadero zafarrancho es el que se vivió este martes durante el desalojo de la Facultad de Medicina, luego de 21 días de toma por integrantes de la Coordinadora de Universitarios en Lucha (CUL) y Movimiento de Rechazados (MAR) de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).
Desde las 10 de la mañana integrantes de la Universidad, de la Facultad de Medicina, arribaron a estas instalaciones con la finalidad de rescatar por la vía de la fuerza la facultad luego de la cerrazón de los integrantes de la CUL en las negociaciones con la rectoría universitaria.
Las agresiones iniciaron de manera verbal, aún sin la presencia de personal policiaco, sin embargo luego de los primeros embates con proyectiles de piedra y vidrio, salieron a relucir las bombas molotov, incendiando vehículos que se encontraban en las inmediaciones de la barda perimetral de la escuela.
Parapetados entre los salones y recargando baterías los integrantes de la CUL, impedían el acceso a estudiantes universitarios que pretendían violar las bardas de manera intempestiva.
Las piedras y las bombas surcaron los aires dando en el blanco de los estudiantes que intentaban rescatar su universidad, se tiene el saldo de múltiples heridos y de alrededor de cuatro periodistas, dos que fueron trasladados a la Cruz Roja donde les fue zurcida la cabeza.
A los integrantes de los medios informativos, les fueron arrebatados cámaras de video como es el caso del compañero de televisa, a otros les destrozaron cámaras de fotografía, y a dos de los corresponsales de la Jornada y Reforma fueron agredidos físicamente, así también los reporteros gráficos de la Opinión y la Jornada Michoacán.
Se conoce de los daños múltiples a los vehículos particulares, incluido el del director de la propia facultad de Medicina, al que presuntamente se le lanzaron piedras y una bomba que afortunadamente no logró incendiar el vehiculo.
Luego de estos enfrentamientos arribaron hasta el lugar, un escuadrón de alrededor de 100 policías, quienes a fuerza de tolete y escudo lograron ingresar a las instalaciones de la institución rescatando a algunos menores de edad que se mantenían en custodia de los integrantes de la CUL.
Finalmente los elementos policiales lograron restablecer el orden dejando en libertad a los pariastas quienes en el momento de salir de las instalaciones de la facultad todavía se dieron tiempo de agredir a más comunicadores, con puntapiés y palabras altisonantes.
A promesa de los CUL eros, fue “regresaremos” a lo que los estudiantes de medicina coreaban “ni una toma más”. Foto: Francisco Durán/ Altorre
