* Las ventanillas están abiertas desde el 15 de septiembre y hasta el 15 de noviembre para el trigo.
La Secretaría de Desarrollo Rural y la Delegaciones de SAGARPA y ASERCA en el Estado, se reunieron con las Asociaciones de Productores del Valle de Morelia-Queréndaro, con la finalidad de informarles el estado actual del mercado de los granos, además de los mecanismo para acceder a la agricultura por contrato, así como sus bondades.
El director de Agroindustrias y Comercialización de la Sedru, Luis Ochoa Espinoza, explicó los avances que en materia de comercialización de granos se han trabajado en las reuniones con los secretarios estatales y delegados federales de Michoacán, Jalisco y Guanajuato, además de explicar el comportamiento en los mercados internacionales, regionales y estatales de los mismos.
En su intervención, el titular de la Unidad Estatal Michoacán de ASERCA, Fabricio Sauceda Martínez, informó que están abiertas desde el 15 de septiembre las ventanillas para que los productores puedan ingresar su documentación para la agricultura por contrato para el “Trigo”, en su ciclo otoño-invierno 2013-2014.
Destacó que los trámites son cada vez más sencillos ya que la documentación que se solicita es comprobante de domicilio, número de predio de Procampo, RFC y la forma 32D Positiva, expedida por La Secretaría de Hacienda; en caso de que el terreno sea rentado se tendrá que presentar un documento de Usufructo.
Ambos funcionarios explicaron que la agricultura por contrato, tiene un sistema bien definido y organizado desde antes de la producción hasta la entrega de la misma, con el objetivo de evitar riesgos de diferentes tipos, como sistémicos, financieros, crediticios, climáticos, entre otros, apoyándose en la colaboración de diversos agentes.
En una primera etapa, denominada de negociación, las empresas o agroindustrias acuden a los productores agrícolas, planteándoles la necesidad de adquirir su producción bajo ciertas normas de calidad y a un precio preestablecido.
El precio es el único que se puede negociar, ya que las condiciones de calidad y la fecha de entrega, no son objeto de negociación.
Una vez, de común acuerdo, se preparan los contratos, con base en las condiciones pactadas y las reglas que establezca la Ley. En el contrato, se establece la fecha de entrega de la producción, las características de la misma, los niveles mínimos de calidad, los pagos por la producción, y las condiciones bajo las cuales se va a llevar a cabo.
Con lo anterior, se establece que el productor deberá aceptar la asistencia técnica y paquetes tecnológicos que la empresa le proporcione, y se sujetará a los sistemas de producción requeridos por la empresa. Esto tiene por objeto alcanzar los rendimientos y la calidad que la empresa está demandando.
Otro aspecto que incluyen los contratos son las participaciones de los diversos agentes económicos tales como el productor, el comprador, el banco, la aseguradora, y algunas veces también se agregan instituciones gubernamentales que apoyan con subsidios. Toda su participación se esclarece en el contrato, en el tiempo requerido y con los recursos que aporten o que cobren por su participación.
Una vez firmado el contrato, se lleva a cabo una entrega de recursos para habilitar la producción, así como la entrega de los paquetes tecnológicos previos a la capacitación para hacer uso de ellos. Durante la actividad agrícola se supervisa que el trabajo sea realizado conforme a las reglas establecidas y que todos los agentes hayan cumplido con su papel dentro de la actividad productiva. Al final se entrega toda la cosecha a los compradores con quienes se estableció previamente un precio y la cantidad demandada del insumo.
La principal ventaja de un acuerdo contractual para los agricultores radica en que el patrocinador se comprometerá a adquirir toda la producción bajo unos parámetros de cantidad y calidad determinados.
Los contratos también pueden dar a los agricultores acceso a una amplia variedad de servicios de extensión, técnicos y de administración, que de otra forma no estarían a su alcance. Los agricultores pueden hacer uso de los acuerdos contractuales como garantía para concertar créditos con los bancos comerciales que les permitan obtener recursos para la adquisición de insumos.
De esta forma, las principales ventajas para los agricultores son la certeza que tendrán a la hora de cosechar, además de la estabilidad que otorga este instrumento a la comercialización de los granos.