Pedro González Guzmán, Presidente Municipal de Aporo, Michoacán, acusó a Silvano Aureoles de ser un corrupto, porque cobraba el famoso diez por ciento de los recursos que les gestionaba. Lo anterior lo dio a conocer a prensa escrita y radiofónica y porque teme que le cobren demás como resultan siempre las cuentas de los famosos “moches”, de los cuales ya Chon dijo que en su gobierno no habrá ninguna clase de mochada.
De tal manera que con todos los trapos sucios que le encontraron al candidato del PRD para que nos gobernara con “honestidad” por “un nuevo comienzo”, que es el slogan con que abandera su causa Silvano Aureoles Conejo, se desvanezca por completo para el triunfo.
La noticia ha prendido como reguero de pólvora, haciendo más pequeño el limitado entusiasmo que logró levantar su campaña electoral por Michoacán.
Este domingo, fecha en que los principales candidatos al solio de Ocampo van a cerrar sus campañas en esta ciudad, se calcula que la gente le dará la espalda, porque Michoacán está harto de tanto robo y saqueo que ha sufrido principalmente por las dos oportunidades de gobierno que se le dieron al Partido de la Revolución Democrática.
Hasta la redacción de este medio, nos hicieron saber que Cárdenas Solórzano enmudece cada vez que lo logran localizar, porque si él, que medio aceptó a Silvano, da a entender que si lo llegó a saludar, fue haciendo de tripas corazón, con tal de que la poca clientela que ya le queda al partido que fundó, no muera cuando menos mientras él viva y una vez que se les preguntó que si ellos seguirían siendo perredistas, dijeron que ya tenían la intención de mejor unirse a López Obrador, porque ha preparado al pueblo de que se gobierne con funcionarios honestos, que no se les permita ni siquiera un refresco del presupuesto que manejen.