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Con Sergio Romero como figura, Argentina logró su pase a la final de la Copa del Mundo Brasil 2014 luego de superar 4-2 a Holanda en serie de penales, tras un juego de poca calidad y cero emociones disputado en la Arena de Sao Paulo.
Romero fue la figura de la tanda al detener los disparos de Ron Vlaar, así como de Wesley Sneijder, mientras por su equipo marcaron Lionel Messi, Ezequiel Garay, Sergio Agüero y Maxi Rodríguez.
Ahora, Argentina buscará su tercer título de Copa del Mundo, el domingo en el mítico estadio de Maracaná ante Alemania, en tanto los holandeses disputarán el juego por el tercer sitio ante Brasil, el sábado en Brasilia.
El director técnico holandés Louis van Gaal decidió que Tim Krul no entrara de cambio y apostó en su último cambio por Klaas Jan Huntelar, y ahí quizá se le fue el pase a la final.
Esto debido a que en la serie de penales no tuvieron a ese hombre que los ayudara a equilibrar la balanza ante un Sergio Romero que se convirtió en la figura, al detener dos penales y así regresar a Argentina a una final luego de 24 años.
Y precisamente, la “albiceleste” lo hace en busca de tomar revancha de esa Alemania que los privó del bicampeonato en Italia 90, con un penal ejecutado por Andreas Brehme, señalado por el mexicano Edgardo Codesal.
Quizá la impresión que les dejó la demostración hecha por Alemania la víspera provocó que tanto argentinos como holandeses se mostraran demasiado precavidos en su accionar, durante un primer tiempo que distó mucho de un espectáculo digno de las semifinales de una justa mundialista.
El cuadro “albiceleste” sabía que con el futbol mostrado hasta el momento era difícil jugarle de tú a tú a una Holanda más equipo, pero que también fue consciente que las individualidades de su rival podían inclinar la balanza a su favor en cualquier momento.
El problema fue que no apareció el conjunto y tampoco la calidad de Lionel Messi, el único del lado sudamericano capaz de marcar la diferencia y fueron nulas las ocasiones de gol en ambas porterías, que se fueron el descanso con más emoción en la tribuna que en la cancha.
Para el complemento, Van Gaal fue el primero en mover sus piezas, sacó a Nigel de Jong para poner en su lugar a Daryl Janmaat y cambiar de banda a Dirk Kuyt.
Mientras su homólogo argentino, Alejandro Sabella, siguió con los mismos hombres y el mismo funcionamiento, al igual que los “tulipanes”, quienes nunca tuvieron un cambio importante en su desempeño, más allá de las modificaciones hechas en su cuadro.
Las únicas ocasiones importantes de gol se dieron al minuto 75 en un centro por derecha de Enzo Pérez al área, donde Federico Higuaín, forzado, alcanzó a rematar para que el balón se fuera apenas a un lado. Y ya sobre el tiempo, Javier Mascherano tapó un disparo de Arjen Robben que llevaba dirección de gol.
En el agregado, fue Argentina la que estuvo más cerca de abrir el marcador por medio de Rodrigo Palacio, quien no pudo controlar bien un balón y tuvo que definir de cabeza a las manos del portero Jasper Cillessen.
Instantes después, Maxi Roríguez prendió de mala manera una volea a centro de Messi, para así tener que irse a la definición por penales, donde Romero fue la figura.
El arbitraje estuvo a cargo del turco Cuneyt Cakir, quien tuvo una labor aceptable. Amonestó a Martins Indi (44) y a Klaas Jan Huntelar (105) por Holanda. Martín Demichelis (48) vio cartón preventivo por Argentina.