Las maestras de Peshawar, una provincia al noroeste de Pakistán, aprenden a usar armas luego que fueran autorizadas por las autoridades paquistaníes a llevar armas de fuego al trabajo para proteger a sus estudiantes. La decisión de implementar esta medida de seguridad se tomó después del ataque terrorista que el principal grupo talibán, el Tehrik-e-Taliban Pakistán, llevó a cabo el pasado 16 de diciembre en un centro educativo del Ejército, donde murieron más de 130 niños y adolescentes.
