M. Sánchez Vargas. De las críticas que recibí ayer por haber comparado a Cárdenas Solórzano con Fidel Castro, posible que sea lo mismo lo que me digan del presente, pero es la verdad, porque he viajado a Tierra Caliente y con varias veces, formulo la siguiente conclusión, en función ya con el apoyo de las declaraciones de Hipólito Mora, que realmente fueron sorpresivas, como las de Elenita Poniatowska, que ha solicitado la inmediata libertad de Mireles, que si no se deja libre, es porque Tepalcatepec que maneja el preso, está en el corazón de esa zona en problemas.
Es que se entiende que se están dando los cambios gerenciales, como antes que se mataban caciques e inmediatamente aparecía el merecedor a ser reconocido como tal y es lógico que la Tuta haya soltado la sopa, con la que la Procu se ha ayudado a formular mejor sus conclusiones y el gobierno que busca la paz pública, expedite sus acciones, porque esto está como los espacios que quedan vacíos y se cubren con tanta presión atmosférica, que se forman los grandes remolinos y en algunos países como en los Estados Unidos, los tornados que le causan tantos destrozos más materiales que humanos.
Entiéndase que quien nos gobierna no la tiene tan fácil, mucho hace en jugársela, sabiendo que su desarrollo ha sido por tierras similares y en su lucha, en ocasiones, ha encontrado distinguidas simpatías a lo calentano; creo que la obligación de informar y analizar, no es para dividir más, sino para rescatar las pocas posibilidades que existen de que estos polvorines de balas, se terminen de golpe y porrazo. Paciencia debemos tener, no estorbando, más cuando sabemos que más vale hacerse un lado que andar en la simple chismeada.
Aunque para rescatar la paz pública hay el dinero que se necesite y nadie le pide cuentas en qué la inversión, lo malo es que los poderosos sí saben manejar el dinero que obtienen y además, toman todos los riesgos, porque como dice alguien quien ya se acostumbró a vivir bien: que es preferible morir a regresar a la miseria, ya que los peones somos millones y los patrones muy pocos.