Es una burla que el candidato presidencial Donald Trump haya venido a México a ver al Presidente Enrique Peña, «Aiga sido como siga sido», sea invitación, sea un requerimiento, sea política, sea diálogo, sea lo que sea, es un vil chiste.
La invitación la hizo el Presidente Enrique Peña a los dos candidatos, Hillary Clinton y Donald Trump, una demócrata y otro Republicano y ellos aceptaron, pero, no había necesidad de invitarlos, si lo hizo la Presidencia fue por pura política, por diálogo y yo creo que lo hizo por atención, por educación, por diplomacia.
El primero en venir fue el candidato republicano Donald Trump, el cual tuvo una reunión y conferencia de prensa con nuestro Presidente, al parecer el Gobierno Federal le aclaró muchas cosas, como es la construcción del muro, los dichos, aclaraciones imprecisas que tenía candidato y para, como dijo el Presidente, para enfrentar riesgos y amenazas. El Candidato solamente estuvo en suelo mexicano durante 3 horas donde discutió varios puntos, para después regresar a su país y específicamente al estado Arizona.
El presidente admitió que en el país hay un sentimiento de agravio, de indignación por la visita y esto también se le hizo saber al republicano y todo mundo le pidió disculpas, pero estas nunca llegaron. El altanero candidato, simplemente se radicalizó con su vista a nuestro país.
En la visita se comporto, no gritó, ni acusó, solamente se dejo llevar por la corriente, claro sabía que lo podían linchar, pero una vez fuera del país volvía a las andadas.
Fue declarada persona non grata por el Congreso, el Gobernador Silvano Aureoles exigió disculpas, pero nada, se le aclaró que México no pagaría por el famoso muro del que tanto despotrica el controvertido candidato, pero llegando a Arizona, aclaró que México si pagará el muro, pero que nosotros todavía no lo sabemos, que revisará el TLC y que no habrá amnistía para los inmigrantes, cuando, para acabarla el día de hoy apareció una encuesta importante en los Estados Unidos, donde Clinton lleva un sólo 2% de ventaja al Republicano.
Por mucho que quiera el Presidente el diálogo, que quiera cuidar al país y a los mexicanos, por educación, esto no se hace, no se inca uno ante el oponente, se prepara, se enorgullece y ataca, no con guerra, no con palabras sino con inteligencia, con cachetadas de guante blanco.
Vaya ridiculez hicimos al recibirlo, siempre he dicho que debemos respetar a las autoridades, que hayamos votado o no por él, es nuestro presidente y que deberíamos estar orgullosos de nuestro México, pero hacer este tipo de cosas necesita reclamo, aclaración y sobre todo enojo, Señor, Presidente, simplemente la regó con esa invitación, a ese pobre individuo que de político no tiene nada.