Guardias ciudadanas de los municipios de Coalcomán, Aquila, Coahuayana, Chinicuila, Lázaro Cárdenas y Tepalcatepec se reactivan para exigirle al gobierno que desmantele al cártel de “Los Caballeros Templarios”, aumente el número de elementos legalizados a través de las Fuerzas Rurales y Defensas Rurales, y les permita portar armas para labores de seguridad.
El joven Luis Martínez, uno de los dirigentes de la autodefensa de Coalcomán, señala: “tenemos que volvernos a reactivar porque el gobierno no nos ha cumplido”, y precisa que su principal objetivo es “agarrar a los templarios jefes de plaza” de cada municipio. La reincorporación de estas defensas civiles en labores de seguridad, arrancó desde hace dos semanas en la costa michoacana.
Desde entonces, unos 200 autodefensas de los municipios de Aquila y Chinicuila y de la comunidad de Caleta de Campos, perteneciente a Lázaro Cárdenas, apoyados por un convoy de la policía estatal, han tomado y colocado retenes en las poblaciones de La Chuta, Las Peñas y Chucutitán en la carretera federal costera del mismo municipio.
Se trata de una avanzada gradual y silenciosa en la que desde Caleta ya ganaron 30 de los 70 kilómetros de distancia hacia Lázaro Cárdenas. El comandante Marino apunta: “la población nos pidió avanzar para acá y lo que queremos es limpiar Michoacán para poder circular por todos los pueblos”.
En comunidades de los municipios citados se realizan reuniones en las que las autodefensas eligen líderes, pues los que encabezaron los alzamientos desde febrero de 2013 quedaron al frente de las nuevas agrupaciones dependientes del gobierno federal.
La más reciente se realizó este domingo en el municipio de Coalcomán, en la que 150 autodefensas, sin portar armas largas, eligieron a tres dirigentes, entre ellos Joel Guillén, quien dijo que nombrarán representantes de cada comunidad y ranchería para atender llamados de auxilio y posibles detenciones de las fuerzas federales “por si el gobierno nos quiere volver a desarmar”. Manifestó que la reunión no tuvo como objetivo mostrar una división con los integrantes de la Fuerza Rural, por el contrario, “es para tener más fuerza porque somos uno solo”. Se estima que en el municipio se levantaron mil 500 guardias ciudadanas, de los cuales se legalizó a 45 como Fuerzas Rurales.
A la reunión asistieron campesinos y ejidatarios de rancherías del municipio, que tiene una extensión superior al del estado de Colima, y queda de dos a cinco horas de distancia de la cabecera municipal por caminos de terracería.
Guillén agregó que si bien Coalcomán es uno de los municipios que más han respetado las disposiciones oficiales para colaborar conjuntamente, aumenta la vulnerabilidad de las poblaciones rurales por el reposicionamiento de los templarios y la necesidad de más elementos legalizados.
Rechazó que el gobierno federal haya disuelto a los grupos comunitarios: “aunque digan que las autodefensas no existen, los invitamos a que vengan a Coalcomán y la costa michoacana”. En la carretera costera, en el retén de Chucutitán, el comandante Marino aseguró que realizaron la avanzada al puerto de Lázaro Cárdenas porque las Encargaturas de dichas poblaciones se los solicitaron a través de un documento —que muestra firmado y sellado por éstas—, porque siguen bajo el sometimiento del cártel.
Por su parte, en el mismo retén, el comandante Amador dijo que el avance ha sido lento “para ir pidiendo a cada pueblo que ponga sus propios líderes para que la seguridad pueda estar en sus manos”. Las defensas civiles se encuentran a una distancia de 15 minutos en auto de la población de La Mira, donde en junio pasado se detuvo al doctor Manuel Mireles, fundador del Consejo General de Autodefensas y Comunitarios de Michoacán, y a 80 guardias ciudadanas que pretendieron tomar la población, bajo la presunta acusación de portar armas fuera de la ley.
Otros líderes de Tierra Caliente, desde el anonimato, afirman que estos días varios municipios notificarán formalmente al gobierno federal de su nuevo alzamiento.
