Nuestro país tiene en su territorio un total de 198 millones de hectáreas, de estas es posible que un 70 por ciento lo que representa 145 millones de hectáreas de tierra puedan ser destinadas a las actividades agropecuarias y ante la reducción de los presupuestos oficiales que se tendrán en el año 2015 por la baja en los precios del petróleo, se plantea el uso de insumos orgánicos de bajo costo.
Según un comunicado, las técnicas productivas agroecológicas y la agricultura orgánica en general han atraído la atención de muchos países, en particular en sus aspectos ambientales, ecológicos y recientemente también económicos. La reducción del apoyo gubernamental a los insumos agrícolas brinda una oportunidad de conversión de sistemas agrícolas de bajos insumos en sistemas de agricultura orgánica más productivos.
La diversificación biológica resultante de los sistemas orgánicos aumenta la estabilidad del ecosistema agrícola y brinda protección contra la tensión ambiental, lo que a su vez aumenta la capacidad de adaptación de las economías agrícolas. La demanda de alimentos y fibras de producción orgánica por parte de los consumidores y la exigencia de un desarrollo más sostenible que plantea la sociedad ofrecen nuevas oportunidades a agricultores y empresas de todo el mundo
Entre muchos de los beneficios que se obtienen de la agricultura orgánica podemos mencionar los siguientes:
1) Beneficio de los alimentos orgánicos para los consumidores y la salud pública en general, es que están absolutamente libres de residuos agroquímicos.
2) Beneficios debido a los elevados índices nutritivos que poseen, pruebas comparativas realizadas tomando como base alimentos comunes como frutas, cereales y legumbres demostraron una mayor concentración de materia seca y mayores proporciones de vitaminas, proteínas, azúcares y minerales, en los productos orgánicos, por lo que se consideran como más nutritivos; en cuanto a las carnes, está comprobado que las orgánicas son más magras porque tienen menos grasa intramuscular. Y al no contener trazas de anabólicos ni de hormonas (STB) que pueden alterar el balance bioquímico de nuestro organismo, crítico para el crecimiento sano y normal, se considera productos altamente saludables para los niños;
3) debido a que los productos orgánicos pasan por un proceso de certificación (de tipo participativo o a través de agencias externas) estos son fácilmente rastreables, es decir, se pude identificar fácilmente el proceso que siguió el producto desde su cultivo hasta nuestra mesa, brindando con ello una mayor seguridad al consumidor, al saber exactamente lo que consume y conocer su proceso de producción.
Otro aspecto muy importante a considerar es el sabor de los productos orgánicos, al ser cultivos regenerados y fertilizados orgánicamente, las plantas tienen un muy buen desarrollo y crecen sanas, lo que a su vez permite al consumidor redescubrir el verdadero gusto de los alimentos originariamente no procesados; varios estudios señalan que los alimentos orgánicos frescos contienen un menor porcentaje de agua y más elementos minerales.
4) en cuanto a los beneficios económicos podemos apreciar que los productos orgánicos proporcionan una gran oportunidad comercial, debido a que, la demanda de productos orgánicos es una demanda creciente, que a pesar de que, la demanda de productos agrícolas se ha visto lamentablemente disminuida en ciertos sectores, ha seguido creciendo aún ritmo de 20% y 30% anual, siendo su principal mercado el mercado exterior por lo que permite la generación de divisas y por ende un gran beneficio para la economía del país.
Los productos ecológicos y orgánicos, gozan de un sobreprecio el cual dependiendo de la calidad del producto, del movimiento de la oferta-demanda, así como el mercado al que se exporte y de la estrategia de mercadeo de los comercializadores, fluctúa entre un 20% a un 50% sobre el precio de los productos agrícolas convencionales;
5) la agricultura orgánica al ser un tipo de agricultura que retoma los principios básicos de la misma y técnicas tradicionales así como método innovadores siempre preocupados por la biodiversidad de su entorno, que además de lograr esto reduce el consumo de energía;
6) en cuanto a los productores podemos ver que les permite retomar sus conocimientos tradicionales y combinarlos con la interdisciplinaridad de varias disciplinas científicas moderna, tecnologías de producción nuevas e innovadoras; y gracias a la dimensión humana que estos comienzos asumen en las prácticas ecológicas y la gestión adecuada de los recursos locales, los productos agro ecológicos generan oportunidades de creación de empleos permanentes, dignos y salubres, pues, no ponen en peligro su calidad de vida al estar en contacto con pesticidas, fungicidas y fertilizantes de origen químico o sintético, que a la larga merman la salud del campesino y de la comunidad en general y;
7) por último aunque no por eso menos importante, está el gran beneficio ecológico ya que este tipo de agricultura genera conciencia sobre problemas ambientales y sociales, genera poca o nula contaminación tanto de suelo y agua además de proteger la diversidad del ecosistema su entorno. (Flores y Corrales, 1999).
Según la FAO, entre los principales beneficios de la agricultura agroecológica y orgánica hay de antemano una sostenibilidad a largo plazo. Muchos de los cambios que se han observado en el medio ambiente son de largo plazo y lentos. La agricultura orgánica toma en cuenta los efectos a mediano y a largo plazo de las intervenciones agrícolas en el agro ecosistema. La agricultura orgánica asume un planteamiento activo en vez de afrontar los problemas conforme se presenten.
“Suelos. En la agricultura orgánica son fundamentales las prácticas de enriquecimiento de los suelos, como la rotación de cultivos, los cultivos mixtos, las asociaciones simbióticas, los cultivos de cubierta, los fertilizantes orgánicos y la labranza mínima, que benefician a la fauna y la flora del suelo, mejoran la formación de éste y su estructura, propiciando sistemas más estables.
A su vez, se incrementa la circulación de los nutrientes y la energía, y mejora la capacidad de retención de nutrientes y agua del suelo, que compensa que se prescinda de fertilizantes minerales. Estas técnicas de gestión también son importantes para combatir la erosión, se reduce el lapso de tiempo en que el suelo queda expuesto a ésta, se incrementa la biodiversidad del suelo y disminuyen las pérdidas de nutrientes, lo que ayuda a mantener y mejorar la productividad del suelo.
La emisión de nutrientes de los cultivos suele compensarse con los recursos renovables de origen agrícola, aunque a veces es necesario añadir a los suelos potasio, fosfato, calcio, magnesio y oligoelementos de procedencia externa.
“Agua. En muchas zonas agrícolas es un gran problema la contaminación de las corrientes de agua subterráneas con fertilizantes y plaguicidas sintéticos. Como está prohibido utilizar estas sustancias en la agricultura orgánica, se sustituyen con fertilizantes orgánicos (por ejemplo: compostas, estiércol animal, abono verde) y mediante el empleo de una mayor biodiversidad (respecto a las especies cultivadas y a la vegetación permanente), que mejoran la estructura del suelo y la filtración del agua.