La Secretaría de Educación en Michoacán, a través de la Dirección General de Unidades Regionales, trabaja en el Proyecto Formación de Valores, que tiene la misión de rescatar principios cívicos y éticos como el respeto, la lealtad y la honestidad, que conducen a la población a la estabilidad social.
El director general de Unidades Regionales, Felipe Sandoval Delgado, estimó que instruir a los niños que reciben educación básica en los 49 albergues y 2 casas escuela, es una oportunidad para formar seres humanos y ciudadanos con conciencia social que respeten a sus autoridades y que busquen hacer el bien a los demás.
En este contexto, el funcionario de la dependencia educativa, explicó que son 2 mil 815 niños los que participan en dicho programa, con el que se busca dirigir a los niños hacia el conocimiento y la superación personal mediante la reflexión de los valores universales, lo que impactará en la vida futura de los pupilos.
Sandoval Delgado indicó que directores, maestros, trabajadoras sociales y personal de apoyo que labora en los albergues y casas escuela, están comprometidos para trabajar en el reforzamiento de cívicos y éticos y gracias a ello se observa un cambio en el comportamiento de los becarios.
En este sentido, explicó que están trabajando en conjunto con 50 personas de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), quienes acuden a cada uno de los albergues acompañados por un equipo de psicólogos, trabajadoras sociales y abogados que a base de talleres informan a los infantes sobre sus derechos y responsabilidades, además de que tratan temas como abuso sexual, maltrato infantil, depresión, autoestima, violencia intrafamiliar y acoso escolar.
El director de Unidades Regionales indicó que la Secretaría de Educación continuará apoyando este tipo de proyectos, ya que a través de los talleres, los niños tienen la oportunidad de aprender de la mano de expertos qué son los valores y qué hacer en caso de que estos no sean respetados por los demás.
Finalmente, hizo un llamado a los padres de familia para que continúen apoyando a sus hijos, reforzando los valores desde el hogar, porque esto impacta de manera exponencial en el desarrollo personal de los niños y en su desempeño escolar.