El término Estado fallido es empleado por periodistas y comentaristas políticos para describir un Estado soberano que, se considera, ha fallado en la garantía de servicios básicos. Que aunque no nos falta mucho y podemos enderezar dicho caminar, estamos muy cerca de lograrlo, esto no es porque no se hagan las cosas, si no porque falta hacer más y eso depende mucho de los mismos habitantes.
Antier declaro el Gobernador del Estado Silvano Aureoles. “Michoacán tiene que recuperar el Estado de Derecho”, reconociendo que no lo tenemos, bueno al menos por sus declaraciones y déjeme explicarle, «Un Estado de derecho es un modelo de orden para el país por lo cual, este que se rige por un sistema de leyes escritas e instituciones ordenado en torno de una constitución, la cual es el fundamento jurídico de las autoridades y funcionarios, que se someten a las normas de ésta. Cualquier medida o acción debe estar sujeta a una norma jurídica escrita y las autoridades del Estado están limitadas estrictamente por un marco jurídico preestablecido que aceptan y al que se someten en sus formas y contenidos. Por lo tanto, toda decisión de sus órganos de gobierno ha de estar sujeta a procedimientos regulados por ley y guiados por absoluto respeto a los derechos fundamentales.», así es definido por varios diccionarios o enciclopedias, letras o letras menos, esto no lo tenemos los michoacanos.
Al reconocer el que no hemos podido recuperar algo tan esencial de la vida es un problema gravísimo. La impunidad, principalmente lograda por los mismos políticos ha hecho que los ciudadanos ya estemos hartos de tanto crimen que ellos comenten. Cada administración llega a robar descaradamente y la siguiente se dedica a tapar los fraudes y robos de los anteriores, todo por pactos políticos que llenos mismos definen para seguir en el poder. El crimen ha llegado a nuestras casas por montones, ya sea a través de un robo o a través de una muerte, simplemente no tenemos seguridad de vivir.
Lo que nos queda a nosotros los ciudadanos es denunciar a todo aquel funcionario que notemos este haciendo algo mal, pero no ante las mismas autoridades si no ante la misma población, ya sea ante los mismos medios o ante las redes sociales y exhibirlos de tal manera que no tengan salida más que renunciar.
Lo que nos queda es votar por castigo, es decir, si una administración no hizo lo correcto y robo, no vote por el partido al cual pertenece ese candidato, para sacarlos del poder.
El grave problema, es que no nos falta mucho para caer en un estado fallido.