M. Sánchez Vargas. La decisión de las primeras cuatro personas importantes que se pronuncian por apoyar a un candidato independiente para que definitivamente ya no se perpetúe el PRI (mi partido) en el poder, tiene el fundamento de simpatías multitudinarias para que secretamente el elector que esté obligado a responder a la venta de su voto anticipado u obligado por el trabajo o el temor que de no hacerlo se quede sin tener ocupación de paga, como al momento de emitir nadie –si se tiene el cuidado de cubrirse), puede lograrlo, para que este país, que lo merece, salga del presidencialismo, como también del control casi oficial que tiene el partido tricolor, que trabaja como los imperios comerciales, que ellos mismo forman a sus enemigos, para que obedezcan cuando les sea necesario, claro, mediante la ayuda por “debajito”, que es tradicional.
Este arrojo de Mancera, del Bronco, del actual presidente municipal de Guadalajara y de Cué, ex de Oaxaca, que aunque ya no maneje presupuestos, sí maneja lo que como dicen que se robó por la clara alianza que siempre manifestó con la CNTE, que le calló todos sus abusos de poder y de los impuestos, principalmente de los envíos federales, de cuyas informaciones decía haber ocupado para equis incomodidades que le entorpecían sus acciones y que parte disponía de ellos con tal de que lo dejaran trabajar.
Aquí queda demostrado que para un “cabrito”, un “cabrito” y medio, que como lo que se está viendo de que siempre las ferias que los estados llevan al cabo para distraer a la ciudadanía, ahora le han encontrado que es el gran negocio, que aunque no haya gallos ni casinos, simplemente los espectáculo que anuncian gratis, resultan fortunas las que quedan, como eso de traer a artistas que arrastran multitudes pese a saber que son actos de verdadero peligro que no se puede cumplir con lo ofrecido y menos con el orden de la salida en el transporte que la gran cantidad de demanda se expone, se multiplican sus precios y como ni así hay orden, todo automotor y conductor es averiado. Tanto desastre, que artistas y autoridades que en preferencias de lugar, que los tienen que sacar en helicópteros a oscuras.
El recinto ferial tiene varias salidas para emergencias que no se aplican, para poder salir por Indaparapeo, a un lado de Charo, más cerca por Tres Marías y no hay quien organice y haga que le respeten, no que al último, ni vehículos por empujones de quienes los obligan, esos desesperados que quieren salir, no cumplen a autoridades porque son golpeados; además de que muchos camiones los voltean otros los ladean y algunos los hacen llegar a barrancas no tan profundas. Todo sucede por vender tres veces más de los que soporta ese recinto, principalmente el de los espectáculo, pero que también y de plano a la gente le encanta el
