El cártel asentado en la región, convirtió a decenas de policías michoacanos en sus espías predilectos, una red de tecolotes “halcones”, que podría extenderse a varios de los 113 municipios de la entidad, comenzó a ser desmantelada producto de investigaciones de la Procuraduría del Estado, en los últimos tres meses ya han sido detenidos y consignados seis directores de Seguridad Pública, dos ex directores y 72 agentes municipales que servían como informantes al cártel en mención, los mandos y policías detenidos estaban distribuidos en 10 municipios, ubicados en zonas estratégicas para el crimen organizado.
Sus aliados en las comandancias le permitieron al cártel michoacano conocer movimientos y operativos del Ejército, Marina y corporaciones policiacas en general pues todo desplazamiento sospechoso era reportado, las patrullas y equipo de comunicación estaban a disposición del cártel michoacano, el 30 de junio agentes estatales detuvieron a 16 policías de Tlazacalca, implicados en un atentado en el que falleció un agente de la policía estatal y cinco más quedaron heridos, su captura fue posible tras la detención de ocho presuntos integrantes del cartel, quienes delataron la complicidad de la Policía Municipal.
“Toda la información que recibían los mandos municipales de inmediato era comunicada a un líder de la organización delincuencial”, detalla un reporte de la PGJE, Churintzio es otro de los municipios donde la policía estaba infiltrada, un ex mando y cinco de sus agentes fueron apañados a finales de junio por filtrar información al capo, esa localidad era clave para los intereses del cártel, por su conexión directa a la autopista México-Guadalajara y caminos secundarios, los ahora ex policías de Churintzio también enfrentan acusaciones de haber asaltado a mano armada a un grupo de turistas que circulaba por esa zona.